Activistas pro-palestinos han vandalizado el resort de golf Turnberry, propiedad del expresidente estadounidense Donald Trump, en Escocia. Esta acción se llevó a cabo como protesta ante la propuesta de Trump de reubicar a los palestinos de Gaza y transformar la zona en un destino turístico.
El grupo detrás de la protesta, conocido como Palestine Action, emitió un comunicado en el que afirmaba que la acción era una respuesta a los planes y amenazas de la administración estadounidense para «destruir, limpiar étnicamente y ‘apoderarse’ de la Franja de Gaza». Videos compartidos por los activistas muestran la frase «GAZA NO ESTÁ EN VENTA» pintada en grandes letras blancas sobre el césped del campo de golf, junto con varios hoyos excavados.
En una de sus publicaciones en la red social X, el grupo declaró: «Mientras Trump intenta tratar Gaza como si fuera su propiedad, debería saber que su propia propiedad está al alcance.» Además, se compartieron imágenes de lemas como «Liberen Gaza» pintados en rojo en el club de campo. Según el grupo, el campo de golf fue completamente cerrado tras la acción.
Un representante del Trump Turnberry condenó el incidente como un «acto infantil y criminal» y aseguró que no afectaría las operaciones del resort. La policía escocesa ha confirmado que se ha iniciado una investigación al respecto.
Propuesta controvertida de Trump
La propuesta de Trump de reubicar a la población de Gaza y redecorar la zona fue anunciada en febrero. Su plan, que busca transformar la Franja en un lujoso destino turístico conocido como la «Riviera del Medio Oriente», implicaría el traslado de más de dos millones de palestinos a países árabes vecinos. Trump había compartido previamente un video generado por inteligencia artificial que promocionaba «Trump Gaza», en el que se le veía junto al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el magnate tecnológico Elon Musk.
Esta propuesta ha sido ampliamente condenada por líderes palestinos y advertida por naciones árabes, quienes han señalado que podría «echar más leña al fuego en la región.» La situación en Gaza ha sido devastadora tras la operación militar israelí que comenzó tras el ataque sorpresa de Hamas el 7 de octubre, que dejó alrededor de 1,200 israelíes muertos y 250 secuestrados. Según el Ministerio de Salud palestino, más de 48,000 palestinos, en su mayoría civiles, han perdido la vida desde entonces, y aproximadamente el 70% de los edificios en el norte de Gaza han sido dañados o destruidos, dejando grandes partes del territorio inhabitables.
