
El ex-ciclón Alfred ha dejado una estela de destrucción en la costa este de Australia, donde las fuertes lluvias y vientos han causado apagones masivos, afectando a más de 330,000 hogares y negocios. Este fenómeno meteorológico, que ha sido degradado a depresión tropical, ha provocado daños significativos en una amplia franja de 400 kilómetros que abarca el sureste de Queensland y el noreste de Nueva Gales del Sur.
Las empresas de servicios públicos han informado que 295,000 propiedades en Queensland y 42,600 en Nueva Gales del Sur permanecen sin electricidad, y existe la preocupación de que las inundaciones puedan obstaculizar las labores de reparación. Según el primer ministro del estado de Queensland, David Crisafulli, esta es la mayor pérdida de suministro eléctrico por un desastre natural en la historia de la región, afectando a aproximadamente 750,000 personas desde que comenzaron los apagones.
A pesar de que el sistema meteorológico ha comenzado a debilitarse, la Oficina de Meteorología ha advertido sobre el riesgo de lluvias intensas y ráfagas de viento dañinas durante el fin de semana. Los ríos ya están respondiendo a las fuertes precipitaciones, y se han emitido alertas de inundación que varían de menores a mayores en diversas localidades.

En un trágico suceso, se ha encontrado el cuerpo de un hombre de 61 años que fue arrastrado por el agua tras la crecida de un río en Nueva Gales del Sur. Según la policía, el hombre había salido de su vehículo y trató de aferrarse a una rama en un intento por salvarse, pero desapareció en las aguas turbulentas.
Advertencias de inundación
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha instado a la población a no subestimar los riesgos que aún persisten. «Aunque se ha degradado, siguen existiendo riesgos muy serios, por lo que es importante que la gente no tome este cambio como motivo de complacencia», declaró en una conferencia de prensa. Albanese advirtió que el impacto del ciclón seguirá siendo grave y se intensificará en las próximas horas y días.
Se han emitido órdenes de evacuación para 16,200 personas en Nueva Gales del Sur, donde se han realizado 30 rescates relacionados con inundaciones en las últimas 24 horas, según los servicios de emergencia. El premier de Nueva Gales del Sur, Chris Minns, ha subrayado que la emergencia no ha terminado. «Las razones son claras: los ríos están llenos, la lluvia sigue cayendo y se espera que continúe en los días venideros, y las condiciones del viento son muy altas y extremas», afirmó.

A pesar de la devastación, en Lismore, una ciudad de Nueva Gales del Sur que sufrió inundaciones mortales en 2022, se ha informado que el río Wilson no superará el nivel de la presa de 10.6 metros que protege a los habitantes de la zona, lo que ofrece un leve respiro en medio de la crisis. En un relato personal, la paramédica Ginny Burke, de 30 años, describió cómo un gran árbol de eucalipto cayó sobre la casa que alquila en Elanora, aunque se mostró aliviada de que ella y su familia se encuentren a salvo.