Las violentas inclemencias meteorológicas han afectado gravemente a la costa este de Australia, dejando a más de 250,000 propiedades sin electricidad y causando inundaciones en varias localidades. Según informaron las autoridades el pasado domingo, una persona ha perdido la vida y varios soldados han resultado heridos debido a este fenómeno climático extremo.
El ciclón tropical Alfred, que había estado estacionado frente a la costa como un ciclón de categoría 2, debilitó su intensidad al convertirse en una depresión tropical antes de hacer tierra el sábado por la noche. Sin embargo, sus efectos se sintieron con fuerza en el interior, donde cientos de miles de residentes permanecen sin suministro eléctrico. Imágenes de video muestran el agua inundando las carreteras en algunas de las zonas más afectadas de Queensland y Nueva Gales del Sur.
En la localidad turística de Hervey Bay, en Queensland, se registraron hasta 23 centímetros de lluvia en pocas horas, lo que llevó a la evacuación de hogares y rescates de emergencia. El primer ministro del estado, David Crisafulli, declaró que el sistema meteorológico “sigue causando estragos” mientras se desplaza hacia el interior. Más de 1,000 escuelas cerradas en el estado comenzarán a reabrir gradualmente a partir del lunes.
Las compañías de servicios públicos informaron que aproximadamente 268,000 hogares y negocios en el sureste de Queensland y otros 12,500 en el noreste de Nueva Gales del Sur seguían sin electricidad. «Los clientes deben prepararse para estar sin electricidad durante varios días», advirtió la empresa Essential Energy de Queensland, añadiendo que los principales desafíos para restablecer el servicio son las inundaciones, los deslizamientos de tierra y la vegetación caída que dificultan el acceso a las carreteras.
Emergencias y advertencias
Alrededor de 14,600 personas se encuentran bajo advertencias de emergencia en Nueva Gales del Sur, según informaron los servicios de emergencias del estado. En las últimas 24 horas, se han registrado 17 incidentes relacionados con personas que intentaron conducir a través de aguas inundadas. «Esto no solo pone en peligro a los implicados, sino también a los voluntarios y trabajadores de los servicios de emergencia que deben llevar a cabo los rescates», afirmó el comisionado adjunto de emergencias, Damien Johnson.
Un hombre de 61 años fue encontrado muerto el sábado, un día después de que su camioneta fuera arrastrada por un puente hacia un río en el norte de Nueva Gales del Sur. Según la policía, logró escapar de su vehículo y trató de aferrarse a una rama en el río antes de ser arrastrado por las aguas rápidas.
En un incidente separado, trece soldados resultaron heridos y fueron trasladados al hospital cuando dos camiones del ejército volcaron mientras intentaban despejar las carreteras cerca de la ciudad de Lismore, conocida por sus problemas de inundaciones. El premier de Nueva Gales del Sur, Chris Minns, comentó que doce soldados permanecen hospitalizados, dos de ellos en estado grave.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha advertido que la situación sigue siendo peligrosa. «La situación en Queensland y Nueva Gales del Sur es muy grave debido a las inundaciones repentinas y los fuertes vientos», afirmó Albanese. Se han emitido advertencias de tiempo severo para una amplia zona del sureste de Queensland, donde se pronostican continuas lluvias intensas y una significativa amenaza de inundaciones, impulsadas por el ex-ciclón tropical Alfred.
