La situación en la región de Kursk, en la frontera entre Ucrania y Rusia, se ha vuelto crítica para las fuerzas ucranianas, según informaciones recientes. La suspensión de la compartición de inteligencia por parte de Estados Unidos ha debilitado significativamente las capacidades defensivas de Kiev, lo que ha resultado en un aumento de las bajas, pérdidas territoriales y un descenso notable en la moral de las tropas ucranianas.
Un funcionario anónimo ha declarado que la falta de inteligencia estadounidense ha provocado “cientos de muertos ucranianos”, subrayando que “el mayor problema es la moral”, ya que Kiev no puede utilizar de manera efectiva algunas de sus armas más potentes suministradas por Occidente. Esta situación se agrava con los recientes avances rusos en la región, que buscan cortar las líneas de suministro ucranianas.
Consecuencias de la suspensión de la inteligencia estadounidense
Según el medio Time, la interrupción abrupta de la compartición de inteligencia ha afectado la posición ucraniana en la región de Kursk, que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, considera un elemento clave en las posibles negociaciones de paz con Rusia. Informes de medios ucranianos, citando el sitio web de monitoreo Deep State, indican que las fuerzas rusas han logrado casi aislar el enclave ucraniano en la región de Kursk.
El Ministerio de Defensa ruso ha confirmado avances en la zona, afirmando que sus tropas han liberado tres aldeas. Las fuerzas ucranianas, que habían invadido la región de Kursk el pasado agosto, se enfrentan ahora a un escenario complicado, con la posibilidad de que su incursión se vea limitada en las próximas semanas debido a la escasez de suministros y las deterioradas condiciones en el campo de batalla.
Un funcionario del gobierno de Zelensky ha señalado que la pérdida de inteligencia estadounidense ha tenido consecuencias más allá de Kursk, dejando a Ucrania vulnerable a ataques sorpresivos al no poder rastrear aviones de combate rusos. “Es muy peligroso para nuestra gente,” afirmó la fuente, añadiendo que la situación “debe cambiarse de inmediato”.
La suspensión de la inteligencia también ha debilitado la capacidad de Ucrania para llevar a cabo ataques de largo y medio alcance contra posiciones militares rusas, dado que estas operaciones dependen en gran medida de información precisa de los datos de reconocimiento estadounidense. Esta crisis en la compartición de inteligencia se produce tras un intercambio acalorado entre Zelensky y el presidente estadounidense Donald Trump el 28 de febrero en la Casa Blanca, donde se discutió el compromiso de Ucrania con las negociaciones de paz.
Los funcionarios estadounidenses han indicado que la suspensión de la ayuda militar y el apoyo en inteligencia se mantendrá hasta que Kiev demuestre un compromiso con el diálogo y la búsqueda de la paz.
