La reciente tragedia en el set de Rust, donde la directora de fotografía Halyna Hutchins perdió la vida debido a un disparo accidental, ha dejado una profunda huella en la industria cinematográfica. Ahora, sus amigos y familiares están decididos a que su legado no se convierta en una simple «nota al pie» en los titulares relacionados con el incidente. Para ello, la directora Rachel Mason ha creado el documental Last Take: Rust and the Story of Halyna, que se estrenará en Hulu el 11 de marzo.
Mason, quien era amiga y colaboradora de Hutchins, recibió la petición de su viudo, Matthew Hutchins, para llevar a cabo este proyecto. El documental se centra no solo en la trágica muerte de Halyna, sino también en su carrera como cinematógrafa y el impacto que tuvo en quienes la conocieron. A través de archivos personales, incluyendo videos y diarios, el filme busca presentar un retrato más completo de su vida y su legado.
El documental también aborda los fallos de seguridad que llevaron al accidente, incluyendo la falta de revisiones adecuadas de las armas y la desorganización en el set. La armadora Hannah Gutierrez-Reed ha sido acusada de homicidio involuntario en 2024 y enfrentó serias críticas por su falta de experiencia y la gestión de las armas en el set. En el filme, se revelan testimonios de varios miembros del equipo, incluidos el director Joel Souza y el primer asistente de dirección, Dave Halls, quienes ofrecen perspectivas sobre la serie de errores que condujeron a la tragedia.
Souza, quien sobrevivió al tiroteo, expresó su sorpresa al ver que el documental se centraba más en el evento que en la vida de Halyna. A pesar de ello, el filme incluye una variedad de entrevistas y reflexiones sobre cómo la producción continuó después de su muerte, preservando tanto material de Hutchins como fue posible, para honrar su memoria.
Durante la filmación, el caos en el set se evidenció por la falta de un equipo de cámara completo, ya que muchos habían abandonado el proyecto debido a preocupaciones sobre la seguridad. La situación se volvió crítica en el momento del accidente, cuando la cámara y el director estaban en la trayectoria del arma que Baldwin utilizaba durante una escena de práctica. Este evento trágico ha generado un debate sobre la cultura de seguridad en la industria del cine y la responsabilidad de los productores y armadores.
A medida que avanza la historia del documental, también se exploran las repercusiones legales del accidente. Baldwin, quien sostenía el arma cuando se disparó, fue acusado de homicidio involuntario, aunque su caso fue desestimado. Gutierrez-Reed, por su parte, ha sido condenada y enfrenta una pena de prisión, lo que ha generado críticas sobre la eficacia de la investigación y la responsabilidad compartida en el set.
El documental no solo busca rendir homenaje a Hutchins, sino también abrir un diálogo sobre la seguridad en las producciones cinematográficas y las lecciones que deben aprenderse para prevenir que tragedias similares ocurran en el futuro. A través de testimonios conmovedores y una narrativa reflexiva, Last Take: Rust and the Story of Halyna pretende recordar a Halyna Hutchins como una talentosa profesional cuyo legado trascenderá más allá del accidente.
