
Un equipo de arqueólogos ha realizado un hallazgo significativo en el yacimiento de Sima del Elefante, situado en la Sierra de Atapuerca, Burgos. Se trata de un fósil parcial de la cara de un ancestro humano, el más antiguo conocido en Europa occidental, con una antigüedad estimada entre 1,1 y 1,4 millones de años. Este descubrimiento ha sido documentado en un estudio publicado en la revista Nature.

El fósil, que comprende una sección del hueso cigomático y de la mandíbula superior, se encontró en 2022. Eric Delson, paleontólogo del Museo Americano de Historia Natural, expresó que este hallazgo es notable, ya que representa los primeros restos significativos de más de un millón de años en Europa occidental.
Antes de este descubrimiento, se habían encontrado fósiles más antiguos de ancestros humanos en Georgia, estimados en 1,8 millones de años. Sin embargo, el fósil español proporciona la primera evidencia clara de que los ancestros humanos estaban explorando Europa en ese periodo. Rick Potts, director del Programa de Orígenes Humanos del Smithsonian, destacó que, aunque este descubrimiento sugiere que estos homínidos llegaron a Europa, aún no hay pruebas de que estas poblaciones se establecieran de manera duradera en la región.
Características del fósil y su relevancia
El hallazgo muestra similitudes con Homo erectus, aunque también presenta diferencias anatómicas importantes. La doctora Rosa Huguet, coautora del estudio y arqueóloga del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), señaló que este fósil representa un avance en la comprensión de la migración de los primeros humanos hacia Europa.
Homo erectus, que apareció hace aproximadamente dos millones de años, se dispersó desde África hacia Asia y Europa, con sus últimas poblaciones desapareciendo hace unos 100.000 años. Este hallazgo en Atapuerca, junto con otros fósiles significativos de Neandertales y Homo sapiens, subraya la importancia de esta región en la investigación sobre los orígenes humanos.

Identificar a qué grupo de humanos primitivos pertenece un fósil puede resultar complicado, especialmente cuando solo se dispone de un fragmento. Christoph Zollikofer, paleoantropólogo de la Universidad de Zúrich, enfatizó que la falta de múltiples huesos dificulta la clasificación precisa de los hallazgos.
Este descubrimiento no solo enriquece el registro fósil de Europa, sino que también abre nuevas preguntas sobre la movilidad y adaptabilidad de nuestros ancestros, un tema de creciente interés en la paleoantropología contemporánea.