
El incremento de desastres naturales a nivel global es un fenómeno alarmante que, según las estimaciones, solo los incendios forestales de Los Ángeles en 2025 causaron daños por valor de 30.000 millones de dólares. La necesidad de que los gobiernos locales se adapten y se recuperen de estas crisis se vuelve cada vez más urgente, y el profesor Komla Dzigbede, experto en administración pública y finanzas, aborda esta problemática en su nuevo libro «Desastres Naturales y Resiliencia Local».
Dzigbede, quien es profesor asociado y presidente del Departamento de Administración Pública y Política en la Universidad de Binghamton, destaca que la resiliencia es fundamental para la supervivencia de las jurisdicciones locales. «La supervivencia de los residentes, la infraestructura local y los activos del gobierno están en juego», afirma. Para él, los gobiernos deben esforzarse por prepararse, responder y recuperarse de los desastres naturales mediante prácticas resilientes.
Un enfoque práctico hacia la resiliencia
En su obra, coescrita junto a Sarah Beth Gehl y Katherine G. Willoughby, Dzigbede no solo se basa en datos estadísticos sobre desastres naturales, sino que también entrevista a gestores de gobiernos locales que han enfrentado diversas catástrofes. El objetivo es extraer lecciones que puedan ser útiles en la prevención y recuperación tras estos eventos devastadores. «Los gobiernos locales están en la primera línea de la gestión de desastres naturales y son los que se enfrentan a los desafíos inmediatos que estos conllevan», explica.
El libro no solo se centra en el contexto estadounidense, sino que ofrece insights aplicables a líderes locales en todo el mundo. A través del análisis de experiencias pasadas, como las inundaciones en Binghamton en 2006 y 2011, se proponen escenarios de recuperación económica que pueden servir de guía para municipios que han sufrido desastres similares.
Dzigbede, cuya investigación abarca temas como la emisión de deuda y el desarrollo económico sostenible, enfatiza que la gestión adecuada de los recursos financieros es crucial para garantizar una distribución equitativa que permita a las comunidades prosperar. «La brecha entre quienes tienen y quienes no tienen es un tema que me ha inspirado desde mi infancia en un país en desarrollo», comparte.
El análisis de la recuperación económica tras desastres revela que las jurisdicciones pueden experimentar diferentes trayectorias: desde una recuperación simple hasta lo que Dzigbede denomina «destrucción creativa», donde las lecciones aprendidas se integran en los sistemas y estructuras locales para construir un futuro más robusto. «Los sistemas de apoyo deben ser inmediatos para permitir una rápida recuperación», agrega.
El enfoque práctico de Dzigbede busca ofrecer a los gestores locales un marco que no solo se base en teorías abstractas, sino que refleje la realidad de quienes están en la primera línea de la gestión de desastres. «Esperamos que este trabajo sirva de guía para que los gobiernos locales se preparen adecuadamente para el próximo desastre», concluye el profesor, con la esperanza de que su investigación contribuya a un futuro más resiliente y equitativo.