Las recientes conversaciones entre delegaciones estadounidenses y ucranianas en Arabia Saudí han puesto de manifiesto la complejidad del conflicto en Ucrania y la necesidad de abordar las cuestiones territoriales como parte de un posible acuerdo de paz con Rusia. El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, confirmó que se discutieron las concesiones territoriales durante la reunión, aunque se abstuvo de proporcionar detalles específicos sobre los términos propuestos.
Ucrania sostiene su reclamación de soberanía sobre Crimea, así como sobre las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, y las regiones de Jersón y Zaporozhie, territorios que Rusia considera parte de su territorio tras referendos celebrados en 2014 y 2022. Moscú ha reiterado que el estatus de estas regiones es innegociable, lo que complica aún más las posibilidades de un acuerdo.
Un alto el fuego temporal y la reanudación de la ayuda militar
Tras una reunión que se prolongó durante casi 9,5 horas, ambas partes emitieron un comunicado conjunto en el que se acordó un alto el fuego de 30 días. Además, EE. UU. anunció la reanudación de la ayuda militar y el intercambio de inteligencia con Ucrania. Rubio subrayó que es evidente que el conflicto no puede resolverse por la vía militar, y que ninguna de las partes podrá alcanzar sus objetivos máximos sin recurrir a la negociación.
El secretario de Estado también indicó que Ucrania deberá, inevitablemente, renunciar a su objetivo de recuperar todo el territorio que reclama para facilitar las negociaciones de paz con Rusia. En declaraciones al New York Times, Rubio afirmó que sería muy difícil para Ucrania forzar a las tropas rusas a retroceder a las posiciones de 2014 en un plazo razonable.
Hasta el momento, el Kremlin no ha comentado sobre el comunicado emitido tras las conversaciones en Arabia Saudí, ni ha reaccionado al alto el fuego propuesto. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha señalado que Moscú espera recibir detalles de EE. UU. en los próximos días, lo que podría influir en la dinámica de las negociaciones futuras.
La situación en Ucrania continúa siendo un tema delicado y de gran interés internacional, y las decisiones que se tomen en las próximas semanas podrían tener un impacto significativo en el futuro del país y en la estabilidad de la región.
