El aumento del gasto en Defensa en España genera tensiones en el Gobierno
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, se encuentra este miércoles en Helsinki, Finlandia, donde ha reiterado su postura sobre la seguridad de Ucrania, destacando que esta es esencial para la seguridad de toda Europa. Sin embargo, el mandatario aún no ha especificado cómo España logrará incrementar su gasto en Defensa al objetivo del 2% del PIB, un compromiso que ha suscitado el rechazo de sus socios de gobierno. Desde el partido Sumar, han expresado su desacuerdo con la propuesta de Sánchez, lo que complica la situación en el seno del Ejecutivo.
Ante esta oposición, Sánchez ha planteado la posibilidad de que el aumento del gasto en Defensa no sea financiado a través de los Presupuestos Generales del Estado, sino mediante subsidios provenientes de Europa. En este sentido, ha solicitado a Bruselas que ofrezca ayudas económicas en lugar de préstamos, que deben ser devueltos. A pesar de la resistencia de sus socios, el Gobierno sugiere que podría ejecutar este aumento sin necesidad de una votación en el Congreso, lo que genera preocupación tanto en el entorno de la coalición como en el Partido Popular, que defiende que cualquier decisión en materia de Defensa debe ser sometida a la aprobación de la Cámara Baja.
En una reunión reciente, Sánchez aseguró a Yolanda Díaz, líder de Sumar, que el incremento en Defensa no comprometería el gasto social, una afirmación que no ha convencido a su socia de gobierno. Sumar defiende un enfoque de Defensa más orientado al multilateralismo y la paz, y cuestiona que el aumento individual del gasto militar por parte de los Estados miembros de la OTAN resuelva los problemas de coordinación y colaboración entre las Fuerzas Armadas de los países europeos. Actualmente, España es el país de la OTAN que menos invierte en Defensa, con un 1,2% del PIB, y enfrenta la presión de alcanzar el objetivo europeo del 3% como mínimo, un desafío que sus socios de gobierno no están dispuestos a apoyar.
