
La ayuda internacional ha sido durante décadas presentada como una solución a los desafíos económicos y sociales que enfrenta África. Sin embargo, según Vince Musewe, un economista y estratega de desarrollo empresarial de Zimbabue, esta asistencia ha fracasado en ofrecer resultados tangibles. En una reciente entrevista, Musewe destacó que, a pesar de que desde 1960 se han destinado más de 2,6 billones de dólares en ayuda al continente, África sigue lidiando con problemas como la pobreza, el desempleo y la falta de infraestructura adecuada.
“Los números indican que hay más dinero saliendo de África que entrando”, explicó Musewe, quien estima que el continente pierde alrededor de 40 mil millones de dólares anualmente a través de transacciones relacionadas con la ayuda. Criticó la naturaleza condicional de la asistencia occidental, que a menudo exige a los países receptores utilizar contratistas y proveedores extranjeros, convirtiendo el proceso en “una transacción comercial” más que en una ayuda genuina. Este enfoque, argumentó, fomenta la dependencia en lugar del desarrollo.
Dependencia y sus Consecuencias
Como ejemplo, Musewe mencionó el sector de la salud en Zimbabue, donde la dependencia de la ayuda extranjera ha creado inestabilidad. La retirada de la asistencia estadounidense, señaló, provocó la pérdida de empleos y la escasez de medicamentos esenciales. Para Musewe, romper este ciclo de dependencia requerirá tiempo y cambios estructurales significativos. El primer paso, según él, sería mejorar la recaudación fiscal mediante la expansión de oportunidades laborales y el fortalecimiento de las industrias locales.
El economista también subrayó la necesidad de combatir la corrupción, señalando que gran parte del dinero destinado al desarrollo nunca llega a sus destinatarios. “Creo que de cada dólar, 80 centavos se destinan a cuestiones administrativas, y solo 20 centavos realmente tocan el suelo”, afirmó. Musewe abogó por mejores estructuras de gobernanza, mayor transparencia y medidas de rendición de cuentas más robustas, especialmente por parte de los parlamentos y la sociedad civil.
A pesar de que el camino hacia la autosuficiencia puede ser largo, Musewe sostiene que África debe construir su capacidad interna y alejarse de una dependencia de la ayuda que históricamente no ha logrado generar un progreso significativo. En un contexto reciente, la Embajada de Estados Unidos en Zimbabue anunció que había pausado sus programas de ayuda y estaba revisando sus iniciativas para alinearlas con una nueva orden ejecutiva. Mientras tanto, el gobierno estadounidense declaró que terminaría con el 90% de los contratos bajo la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), tras acusaciones de mal uso de fondos públicos y fomento de la corrupción.