
Las calles de Buenos Aires se convirtieron en un escenario de caos y violencia el pasado miércoles, cuando una protesta que reunía a jubilados y aficionados al fútbol se tornó en enfrentamientos con la policía. Los manifestantes se congregaron frente al Congreso argentino para expresar su rechazo a las medidas de austeridad impuestas por el presidente Javier Milei, que han afectado gravemente a los sectores más vulnerables de la población.
Desde hace varias semanas, los jubilados han llevado a cabo manifestaciones semanales en demanda de pensiones más altas, argumentando que sus condiciones de vida han empeorado drásticamente. Aunque las protestas anteriores habían registrado algunos incidentes menores, la de este miércoles se destacó por su magnitud y la intensidad de los enfrentamientos, según informan diversos medios locales.
Violencia y represión en las calles
Lo que comenzó como una manifestación pacífica pronto se convirtió en un enfrentamiento violento, con la policía utilizando cañones de agua, gas lacrimógeno y balas de goma para dispersar a los manifestantes. Los protestantes, por su parte, respondieron lanzando piedras y provocando incendios en contenedores de basura. Un denso humo de gas lacrimógeno cubrió la zona alrededor del palacio del Congreso, mientras que un coche patrulla fue incendiado y varios contenedores fueron destruidos en la ciudad.
Las redes sociales se inundaron de videos que mostraban a la policía golpeando y arrastrando a los manifestantes, incluyendo un impactante clip en el que se observa a una mujer de 87 años con una herida en la cabeza, mientras los transeúntes intentan ayudarla. La presencia policial fue masiva, con aproximadamente 800 agentes desplegados para controlar la situación.
Los informes indican que al menos 200 manifestantes resultaron heridos, 20 de los cuales fueron hospitalizados, y más de 100 fueron detenidos, según el Buenos Aires Herald. La combinación de jubilados que luchan por sus derechos y aficionados al fútbol, conocidos por su comportamiento a menudo violento, creó una atmósfera explosiva que culminó en enfrentamientos directos con las fuerzas del orden.
Las medidas de austeridad del gobierno de Milei, que asumió el poder a finales de 2023, han incluido recortes drásticos en el gasto público. Los presupuestos destinados a educación, salud y obras públicas han sido reducidos, y se han eliminado subsidios para energía y transporte. Estas políticas han impactado de manera desproporcionada a los jubilados, quienes han visto cómo el gasto gubernamental en pensiones disminuyó un 19% en enero de este año en comparación con el mismo mes de 2023, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
Además, la eliminación de un programa que proporcionaba medicamentos gratuitos ha agravado aún más la situación de la población anciana. Casi el 60% de los jubilados en Argentina recibe la pensión mínima del estado, que ronda los 340 dólares (312 euros) al mes, lo que resulta insuficiente para cubrir sus necesidades básicas en un contexto de inflación y crisis económica.