La Unión Europea (UE) ha presentado un ambicioso plan para revitalizar su industria militar, justificando esta iniciativa por lo que califica como una «amenaza existencial» proveniente de Rusia. Este enfoque, que ha suscitado un amplio debate, se detalla en un documento conocido como White Paper, obtenido por el medio Politico. En él, se argumenta que la militarización es una respuesta necesaria a las políticas expansionistas de Moscú, las cuales han sido desmentidas por el Kremlin, que las califica de «nonsense» destinadas a justificar un aumento en el gasto militar.
Iniciativas de Defensa y Presupuesto Militar
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha propuesto movilizar hasta 800.000 millones de euros para la defensa. Este plan, denominado ReArm Europe, incluye incentivos financieros para que los Estados miembros de la UE amplíen sus presupuestos militares, así como 150.000 millones de euros en préstamos para proyectos de defensa conjuntos. La intención es no solo aumentar el gasto militar, sino también priorizar la adquisición de material de defensa dentro de la UE y facilitar el financiamiento para la producción de armas.
El White Paper, coescrito por Kaja Kallas, la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, subraya la necesidad de «reconstruir la defensa europea». Kallas, conocida por su postura crítica hacia Moscú, ha abogado por una postura militar más agresiva en respuesta a lo que considera una amenaza a la seguridad europea. El documento también refleja preocupaciones crecientes sobre el papel de Estados Unidos en la seguridad europea, advirtiendo que las políticas cambiantes bajo la administración de Donald Trump podrían debilitar las capacidades de la OTAN, lo que obligaría a la UE a asumir una mayor responsabilidad en su propia defensa.
Además, el White Paper destaca la importancia de aumentar la asistencia militar a Ucrania, solicitando la entrega de 1,5 millones de proyectiles de artillería, la ampliación de programas de entrenamiento para las fuerzas ucranianas y la integración continua de Ucrania en las iniciativas militares de la UE.
Por su parte, el Kremlin ha rechazado reiteradamente cualquier intención de atacar a los Estados miembros de la OTAN o de la UE, acusando a los líderes europeos de utilizar el miedo como herramienta para justificar el aumento del gasto militar. Funcionarios rusos han condenado enérgicamente los esfuerzos de militarización de la UE, argumentando que esta dirección solo conducirá a una mayor confrontación y socavará los esfuerzos de paz en el conflicto ucraniano.
