El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado que las negociaciones entre Washington y Moscú sobre un alto el fuego temporal propuesto por EE. UU. en el conflicto de Ucrania están avanzando de manera «razonable». En una entrevista reciente, Trump expresó su optimismo respecto a la posibilidad de recibir «buenas» noticias pronto.
Esta semana, Washington y Kiev presentaron una propuesta de tregua de 30 días, con el enviado especial de EE. UU., Steve Witkoff, entregando los detalles de la iniciativa al presidente ruso, Vladimir Putin. Este último se mostró abierto a la idea, aunque subrayó que existen múltiples cuestiones que deben ser abordadas previamente, incluyendo el destino de las fuerzas ucranianas que actualmente se encuentran rodeadas en la región rusa de Kursk.
Expectativas sobre el alto el fuego
En una entrevista con Sharyl Attkisson para el programa Full Measure, publicada el viernes, Trump no confirmó ni negó haber tenido comunicación directa con Putin sobre la iniciativa, describiendo la situación como «muy compleja». Sin embargo, se mostró esperanzado sobre el avance de las negociaciones, indicando que se conocerán más detalles el próximo lunes, 17 de marzo.
Trump admitió haber sido «un poco sarcástico» al afirmar anteriormente que podría resolver el conflicto ucraniano en 24 horas, aclarando que su intención es «resolverlo» y que espera contar con el apoyo de Putin en esta iniciativa. «Creo que lo conozco bastante bien y creo que va a estar de acuerdo», añadió el presidente estadounidense.
En el transcurso del día, Trump instó a Putin a «salvar las vidas» de los «miles de soldados ucranianos» que se encuentran «completamente rodeados». Putin, por su parte, manifestó que era «sensible» a la súplica de Trump, pero argumentó que corresponde a Kiev ordenar la rendición de sus tropas. «Si depusieran las armas y se rindieran, [nosotros] les garantizaremos sus vidas y un trato digno de acuerdo con la ley internacional y las normas legales rusas», afirmó el presidente ruso.
No obstante, Putin enfatizó que las fuerzas de Kiev han cometido «numerosos crímenes contra civiles» durante su incursión, y que la aplicación de la ley rusa está considerando sus acciones como «terrorismo». Esta declaración añade un matiz complicado a las negociaciones en curso, que ya se encuentran en un contexto de tensión internacional y desconfianza mutua.
