

Un estudio a nivel global que ha encuestado a más de 30,000 personas en 30 países ha puesto de manifiesto las emociones que suscita el cambio climático y cómo estas se relacionan con la percepción y el apoyo hacia intervenciones climáticas que podrían mitigar la crisis. La investigación ha sido publicada en la revista Risk Analysis.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Aarhus en Dinamarca y del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA) en Austria llevó a cabo una encuesta en línea en 19 idiomas diferentes, dirigida a adultos en 30 países. Las respuestas fueron recopiladas entre agosto y diciembre de 2022.
Emociones climáticas: un análisis global
En su análisis de datos, los investigadores mapearon la intensidad de cinco «emociones climáticas»: miedo, esperanza, ira, tristeza y preocupación, a lo largo de los 30 países. Se encontraron diferencias significativas en estas emociones a nivel global:
- Entre los 12 países más esperanzados respecto al cambio climático, 11 eran economías en desarrollo y emergentes del Sur Global, como Nigeria, Kenia, India e Indonesia. El único país del Norte Global en este grupo fue Estados Unidos.
- Los países europeos se posicionaron entre los menos esperanzados, incluyendo Alemania, Austria y Suecia. Esto es notable, dado que los participantes de estas naciones reportaron menos experiencias directas con desastres naturales y un menor daño esperado por el cambio climático.
- La ira y la tristeza fueron expresadas con mayor intensidad por los participantes de tres países del sur de Europa: España, Italia y Grecia.
- Los participantes de Brasil manifestaron los mayores grados de miedo y preocupación en relación al cambio climático.
Un objetivo clave del estudio fue explorar la relación entre las emociones climáticas y la percepción de las tecnologías de intervención climática, como la modificación de radiación solar (SRM) y la eliminación de dióxido de carbono (CDR).
«Además de las acciones climáticas tradicionales como la mitigación y la adaptación, las intervenciones climáticas están recibiendo mayor atención debido a la creciente evidencia de desastres climáticos y la insuficiente velocidad de reducción de emisiones», afirma Chad M. Baum, autor principal del estudio y profesor asistente en el Desarrollo de Negocios y Tecnología de la Universidad de Aarhus.
Baum y su equipo examinaron la relación estadística entre las cinco emociones climáticas y el apoyo hacia 10 diferentes tecnologías de intervención climática, que incluyen la reforestación, la captura directa de aire y la inyección de aerosol estratosférico.
La esperanza, que fue expresada con mayor intensidad por los encuestados del Sur Global, emergió como un predictor clave del apoyo hacia intervenciones climáticas, especialmente para enfoques de SRM y nuevas formas de CDR, como la captura directa de aire. El miedo también mostró una relación positiva con el apoyo hacia estas tecnologías, aunque con un efecto menor que la esperanza o la preocupación.
«Junto con la esperanza y la preocupación, esto sugiere que el miedo, y el deseo de acción protectora, está vinculado positivamente al apoyo por formas más controvertidas de intervención climática», señala Baum.
Los resultados del estudio resaltan la divergencia de las emociones climáticas a nivel global y, crucialmente, las posibles consecuencias de no involucrar perspectivas diversas sobre el cambio climático y las soluciones propuestas en el Sur Global.
Más información:
Risk Analysis (2025)
Proporcionado por la Sociedad para el Análisis de Riesgos