
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha reiterado su oferta a las fuerzas ucranianas en la región de Kursk para que se rindan a cambio de sus vidas. Esta propuesta, según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, sigue vigente, aunque el tiempo se agota para los soldados rodeados. Peskov utilizó una referencia literaria, comparando la situación con la piel de Shagreen de la novela de Honoré de Balzac, ‘La piel de chagrín’, para enfatizar la urgencia de la rendición.
El pasado viernes, Putin garantizó un trato humanitario a los combatientes ucranianos que se entreguen. En sus declaraciones, afirmó: «Si deponen las armas y se rinden, garantizaremos sus vidas y un trato digno de acuerdo con el derecho internacional y las normas legales rusas». Sin embargo, el presidente ruso subrayó que corresponde a Kiev dar la orden de rendición.
Contexto del conflicto en Kursk
La declaración de Putin se produce en respuesta a un llamado del expresidente estadounidense Donald Trump, quien instó a evitar una «masacre horrible» en la que se verían involucrados «miles de soldados ucranianos completamente rodeados por el ejército ruso». Este comentario se realizó a través de su plataforma Truth Social, donde enfatizó la necesidad de proteger a los soldados en la zona de conflicto.
Desde agosto de 2024, Ucrania lanzó una ofensiva significativa en la región de Kursk, logrando capturar la localidad de Sudzha y varias aldeas. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, declaró que esta incursión tenía como objetivo asegurar una posición de negociación favorable para futuros diálogos de paz. Sin embargo, el avance ucraniano fue rápidamente detenido por las fuerzas rusas, que han comenzado a recuperar territorio. Según el general Valery Gerasimov, jefe del Estado Mayor ruso, el 86% de la tierra previamente ocupada por Ucrania ha sido recuperada, y las unidades ucranianas restantes en la región se encuentran «rodeadas» e «aisladas».