Euronews Culture ha tenido la oportunidad de entrevistar a Thierry Frémaux, director del Institut Lumière en Lyon y delegado general del Cannes Film Festival, con motivo del 130 aniversario de la invención del cine. Este hito se conmemora en 2025, año en el que se estrenará Lumière, l’aventure continue!, un nuevo documental que honra el legado de los hermanos Lumière y explora los desafíos que enfrenta el cine en su segundo centenario.
El 19 de marzo de 1895, Louis Lumière filmó a los trabajadores saliendo de una fábrica, creando así la primera película de la historia. Este evento se celebra en la calle donde se realizó la filmación, la Rue du Premier Film, en Lyon, un lugar que simboliza el nacimiento del cine. Frémaux, en su nueva obra, ha restaurado más de 120 tomas inéditas de Lumière, revelando una variedad de géneros que incluyen comedia, drama y hasta vídeos de gatos, destacando la diversidad de la narrativa cinematográfica desde sus inicios.
Durante la entrevista, Frémaux subrayó la importancia de los Lumière no solo como inventores, sino como directores y artistas. Aclaró que, aunque hubo otros pioneros como Edison y Méliès, el impacto de Lumière fue fundamental: “Una vez que él lo hizo, ya estaba hecho. Lumière se hizo las mismas preguntas que se han hecho millones de cineastas después de él”, afirmó Frémaux. La esencia de su contribución radica en haber creado una experiencia colectiva al llevar el cine fuera del ámbito privado y presentarlo al público en salas de cine.
Un punto destacado en la conversación fue la comparación entre Edison y los Lumière. Frémaux argumentó que Edison ofrecía una experiencia individualista mientras que los Lumière crearon un espacio para la comunidad. Esta distinción es crucial en un momento en que el cine enfrenta la competencia de plataformas de streaming y otros formatos digitales. “El deseo de las personas en esa época sigue siendo el nuestro. Por eso queremos ir al cine”, señaló el director, enfatizando que el cine es una forma de arte que debe ser disfrutada en grandes pantallas y en compañía.
Otro aspecto relevante que se abordó fue la amenaza que representa la inteligencia artificial para el cine contemporáneo. Frémaux expresó que, aunque la inteligencia artificial ya ha sido utilizada en efectos especiales, todavía hay un camino a seguir para integrar esta tecnología sin sacrificar la esencia del cine. “No tengo miedo, porque estamos a favor de la inteligencia humana”, añadió, refiriéndose a la necesidad de preservar la creatividad y el arte que define al cine.
Frémaux también reflexionó sobre el futuro del cine en un contexto de creciente proteccionismo cultural, similar al que se vivió cuando Edison intentó limitar la entrada de los Lumière en Estados Unidos. Este aspecto histórico resuena hoy con las tensiones culturales actuales, y Frémaux subraya la importancia de educar a las nuevas generaciones sobre la defensa del cine como arte y como industria. “El cine es poesía, es la posibilidad de contar cosas importantes”, concluyó.
Finalmente, se abordó el papel del cine como un “instrumento de paz”. Frémaux citó el reciente trabajo del cineasta iraní Mohammad Rasoulof, destacando cómo su película The Seed of the Sacred Fig ofrece una visión profunda de la realidad en Irán, convirtiéndose en un vehículo de resistencia y reflexión social. Para Frémaux, el cine tiene el poder de contar historias que transforman realidades y fomentan la empatía a nivel global.
Con Lumière, l’aventure continue!, que se estrenará el 19 de marzo, y la celebración de los 130 años del cine, Frémaux invita a todos a recordar y valorar la historia y el futuro de este arte que ha cambiado vidas y seguirá haciéndolo.
