Trump y Putin: ¿Un camino hacia la paz en Ucrania o un juego de intereses enfrentados?

In Internacional
marzo 15, 2025

La situación en Ucrania sigue siendo un tema candente en la agenda internacional, especialmente tras las recientes reuniones entre funcionarios de Estados Unidos y Rusia. El desafío que enfrenta Rusia es mantener a Donald Trump involucrado en la búsqueda de una solución al conflicto, al tiempo que protege sus propios intereses, que a menudo chocan con las ambiciones estadounidenses.

Las conversaciones entre los negociadores de ambos países, aunque no completamente transparentes, permiten realizar una evaluación razonable de la situación actual. Las declaraciones públicas de líderes de Estados Unidos, Rusia, Ucrania y Europa, así como las dificultades inherentes para alcanzar un acuerdo pacífico, reflejan la complejidad del conflicto. Las visiones y los intereses de las partes involucradas son profundamente divergentes.

Reuniones en Riyadh y el papel de Zelensky

El 18 de febrero, funcionarios de Estados Unidos y Rusia se reunieron en Riyadh tras una conversación entre Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin. Esta reunión abordó una agenda más amplia que solo el conflicto en Ucrania, dado que este último está enraizado en las políticas de seguridad de EE.UU. en Europa, que Rusia considera una amenaza a su seguridad nacional. Por lo tanto, la búsqueda de una resolución al conflicto debe estar integrada en los esfuerzos por mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Rusia.

En Riyadh, ambas partes acordaron normalizar las operaciones de sus respectivas misiones diplomáticas y sentar las bases para futuras cooperaciones en temas geopolíticos, así como en oportunidades económicas y de inversión tras el fin del conflicto en Ucrania. Equipos de alto nivel comenzarán a trabajar en un camino que sea duradero, sostenible y aceptable para todas las partes.

Después de que una reunión entre Trump y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en la Casa Blanca resultara en un fiasco, las delegaciones de EE.UU. y Ucrania se reunieron nuevamente en Riyadh el 11 de marzo. Durante la reunión en la Casa Blanca, Zelensky mantuvo una postura firme en la lucha contra Rusia, rechazando cualquier recurso a la diplomacia y exigiendo garantías de seguridad de EE.UU. Sin embargo, en Riyadh, tras la suspensión temporal de suministros de armas e inteligencia por parte de EE.UU., Zelensky abandonó su postura obstinada y aceptó un alto el fuego inmediato por 30 días.

El comunicado conjunto emitido tras la reunión contiene matices de interés. La intención de «promulgar» un alto el fuego inmediato sugiere que, en realidad, no puede ser tan inmediato, ya que los detalles del acuerdo deben ser aclarados. Según el comunicado, EE.UU. comunicará a Moscú que la reciprocidad rusa es clave para la paz. Sin embargo, la pregunta es: ¿en qué plazo se espera esta reciprocidad?

La postura adoptada sugiere que Zelensky ahora está genuinamente comprometido con la paz, pero si Rusia desea discutir las condiciones asociadas al alto el fuego y los pasos necesarios para lograr una paz «duradera, sostenible y aceptable para todas las partes», Putin podría ser visto como quien rechaza la paz.

Sin esperar una respuesta rusa, EE.UU. ha anunciado que levantará inmediatamente la pausa en el intercambio de inteligencia y reanudará la asistencia de seguridad a Ucrania. Esto refuerza nuevamente la capacidad de Ucrania para luchar y actúa como un elemento disuasorio contra Rusia. Además, EE.UU. ha legitimado en principio la demanda ucraniana por el «retorno de los niños ucranianos transferidos por la fuerza», lo que permite a Ucrania reclamar soberanía sobre las personas en las regiones del este actualmente reclamadas por Rusia tras referendos.

En cuanto a la seguridad a largo plazo de Ucrania, las delegaciones estadounidenses y ucranianas llevarán a cabo negociaciones, y las propuestas específicas que surjan serán discutidas por EE.UU. con Rusia. Sin embargo, estas propuestas son inciertas, dado que Trump ha rechazado repetidamente la idea de que Ucrania se una a la OTAN o reciba garantías de seguridad de EE.UU., ya que esto podría abrir la puerta a un enfrentamiento directo con Rusia en el futuro. Trump considera que un acuerdo sobre recursos minerales con Ucrania garantizará su seguridad a largo plazo.

Los ucranianos están decididos a utilizar a Europa como contrapeso a la presión estadounidense sobre ellos, y por ello han insistido en que los europeos deben participar en el proceso de paz. Sin embargo, el camino hacia la paz en Ucrania está plagado de problemas. La cuestión va más allá de la seguridad de Ucrania; se trata igualmente de la seguridad de Rusia, que en última instancia impulsó su decisión de actuar militarmente. En el centro de esto está la expansión hacia el este de la OTAN y el cambio de régimen en Ucrania, que Rusia considera como fuerzas hostiles a su ideología y a su propia existencia.

La paz en Europa y, de manera duradera, en Ucrania, no podrá lograrse si Europa se prepara para una confrontación a largo plazo con Rusia. En marzo, la UE decidió poner en marcha un masivo programa de rearme de 800.000 millones de euros, con el objetivo de fortalecer la industria de defensa europea y aumentar su capacidad militar, así como proporcionar apoyo militar urgente a Ucrania.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha instado a los jefes militares europeos y de la OTAN a elaborar un plan para definir «garantías de seguridad creíbles» para Ucrania en caso de un alto el fuego, y ha liderado esfuerzos para formar una «coalición de voluntarios» que respalde un eventual alto el fuego y ofrezca garantías de seguridad a Ucrania.

Las diferencias entre EE.UU. y Europa en relación con la OTAN podrían significar menos presión sobre Rusia en este frente. Sin embargo, cualquier plan de defensa que tenga Europa en mente llevará años en materializarse, dado que no cuenta con un ejército europeo permanente con una estructura de mando unificada ni planes de guerra definidos fuera de la OTAN.

Por otro lado, la incapacidad de EE.UU. para disciplinar a Europa podría dar un nuevo giro a los problemas de seguridad para Rusia. La dirección de la UE es profundamente hostil hacia Rusia, lo que dificultará aún más cualquier entendimiento de paz en el marco europeo. Además, Trump, al ser propenso a expresar públicamente sus opiniones sobre asuntos sensibles, complica aún más la situación, ya que a menudo contradice sus propias declaraciones y actitudes.

Putin ha adaptado su enfoque manteniéndose abierto a un alto el fuego, mientras busca aclaraciones a preguntas evidentes que surgen en el contexto actual. La narrativa uniforme proveniente de Occidente sostiene que la pelota está en el campo de Putin. Sin embargo, es crucial que Putin devuelva la pelota a EE.UU. y Ucrania, ya que las fuerzas hostiles en Occidente promoverán una narrativa en su contra, con Zelensky ya afirmando que Putin no desea la paz. La superación de las diferencias de intereses y perspectivas entre las diversas partes no será una tarea sencilla.

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