
La ex presentadora de televisión Wendy Williams ha vuelto a ser noticia, pero esta vez no por su carrera en el mundo del espectáculo, sino por su situación legal y de salud. Williams, quien fue colocada bajo tutela en 2022, participó en una llamada telefónica para el programa The View el pasado 14 de marzo para hablar sobre su reciente hospitalización para pruebas cognitivas. Durante la llamada, Williams afirmó que no está incapacitada y pidió a su tutora y al juez que supervisa su caso que “se quiten de encima”.
Actualmente, Williams reside en la planta de cuidados de memoria de un centro para mayores en Nueva York, tras haber sido diagnosticada con dementia frontotemporal. En el programa, también declaró que se encuentra “libre de alcohol”, aunque admitió haber roto su sobriedad el año pasado.
Durante su intervención, Williams, acompañada por la defensora de la salud Ginalisa Monterroso, insistió en que su capacidad mental es sólida y que lo demostró al superar las pruebas cognitivas realizadas en el Hospital Lenox Hill de Manhattan. “Fue mi decisión someterme a una evaluación independiente sobre mi incapacitación, que no existe”, afirmó. Williams expresó su indignación, diciendo: “¿Cómo se atreven a decir que estoy incapacitada? ¡No lo estoy!”
La ex presentadora arremetió contra su tutora, Sabrina Morrissey, y el juez de su caso, después de que se leyera un comunicado del abogado de Morrissey que afirmaba que Williams es “legalmente incapacitada” y recibe “excelente atención médica”. Williams, enfatizando su trayectoria como mujer educada y exitosa, pidió que le devuelvan el control sobre su vida y sus finanzas, diciendo: “Ha pasado más de tres años, y es hora de que mi dinero y mi vida regresen a la normalidad”.
En un próximo docuserie de Lifetime titulado ¿Dónde está Wendy Williams?, se abordará la preocupación de su uso de alcohol, donde su hijo, Kevin Hunter Jr., mencionó que los médicos la diagnosticaron con “demencia inducida por alcohol” debido a su consumo excesivo. Williams, al ser interrogada sobre su relación actual con el alcohol, afirmó que puede estar “fácilmente” libre de él por el resto de su vida, aunque admitió haberlo consumido en su cumpleaños el año pasado.
La situación de Williams ha llamado la atención de las autoridades; el 10 de marzo, la policía de Nueva York realizó un chequeo de bienestar y la llevó al hospital. Durante una llamada al programa Good Day New York, Williams confirmó que había pasado la evaluación cognitiva y que salir de la tutela es su “prioridad número uno”. Monterroso, quien había solicitado la intervención, afirmó que Williams estaba “aislada” y necesitaba ayuda, describiendo la situación como un “llamado de auxilio”.
Williams también reveló que, durante su hospitalización, se enteró de que Morrissey estaba fuera de su habitación, pero no entró a hablar con ella. Según Monterroso, la tutora intentó impedir algunas pruebas independientes, aunque el abogado personal de Williams estaba presente y autorizó la evaluación.
La situación de Wendy Williams es un recordatorio de los desafíos que enfrentan muchas personas con condiciones de salud mental y las implicaciones legales que pueden surgir en torno a su cuidado y bienestar.