
Las autoridades de Kazajistán han decidido llevar a cabo una auditoría exhaustiva de todos los programas implementados en el país bajo el auspicio de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Según informa el medio local Orda.kz, esta medida se enmarca en un esfuerzo por evaluar la alineación entre los objetivos declarados de estos programas y los resultados reales obtenidos.
La decisión se produce en un contexto en el que USAID ha sido objeto de críticas por parte de la administración del expresidente Donald Trump, que en 2017 impuso un congelamiento de fondos de 90 días a la agencia, alegando preocupaciones sobre la corrupción y la ineficiencia en la gestión de sus proyectos internacionales.
Auditoría de las actividades de USAID en Kazajistán
De acuerdo con el ministro de Economía, Serik Zhumangarin, se ha constituido un grupo de trabajo especial dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores de Kazajistán, cuyo objetivo es examinar las actividades de USAID en el país. Este grupo se encargará de realizar un análisis detallado de los proyectos y programas financiados, así como de evaluar su congruencia con los objetivos establecidos y los resultados alcanzados.
Además, se prevé que las auditorías examinen las relaciones de USAID con otras organizaciones, tanto gubernamentales como no gubernamentales, así como los flujos financieros asociados. Se busca identificar posibles esquemas de encubrimiento, inconsistencias en el gasto y conflictos de interés que puedan haber surgido en el marco de estas colaboraciones.
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Kazajistán, durante el año 2024, USAID tenía en marcha 28 programas a largo plazo en el país, abarcando sectores como la economía, la energía, la salud, la sociedad civil y los medios de comunicación. Algunos de estos proyectos se extienden más allá de las fronteras kazajas, con un enfoque en la región de Asia Central en su conjunto.
El presupuesto total asignado a Kazajistán para el periodo 2023-2024 asciende a 26,5 millones de dólares. Recientemente, el Indian Express reportó que una asignación de 21 millones de dólares de USAID, que había sido congelada por el Departamento de Eficiencia del Gobierno de Elon Musk, estaba destinada a fomentar la participación electoral en India, aunque finalmente se redirigió a Bangladesh.
En agosto pasado, el primer ministro bangladesí, Sheikh Hasina, se vio obligado a dimitir tras masivas protestas estudiantiles. En una entrevista con Tucker Carlson, Mike Benz, un exfuncionario del Departamento de Estado, alegó que USAID había financiado el cambio de régimen en Bangladesh debido a la oposición de Hasina a la instalación de una base militar estadounidense en la región. Sin embargo, el Departamento de Estado de EE. UU. desestimó estas afirmaciones como «risibles».
En medio de estos informes sobre la implicación de USAID en procesos políticos en India, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nueva Delhi ha declarado que está investigando la «profundamente preocupante» información relacionada con estas actividades.