En una reciente entrevista, el CEO de Bank of America, Brian Moynihan, se mostró optimista sobre la situación económica de Estados Unidos, a pesar de que las encuestas de confianza del consumidor indican un descenso significativo, alcanzando niveles no vistos en casi tres años. Durante su intervención en el programa «Squawk Box«, Moynihan explicó que, aunque los consumidores están expresando un sentimiento más pesimista en las encuestas, sus hábitos de gasto continúan siendo sólidos, lo que sugiere que la economía debería estar en mejor forma de lo que muchos piensan.
Según las declaraciones de Moynihan, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) podría situarse en torno al 2% este año, una reducción respecto a las proyecciones más optimistas del 3%. Este ligero descenso en las previsiones de crecimiento se atribuye, en parte, a las tarifas impuestas por el expresidente Donald Trump, que, según el CEO, podrían restar hasta 0.4 puntos porcentuales al crecimiento en el corto plazo.
Perspectiva del mercado y política monetaria
El ejecutivo resaltó que este 2% de crecimiento representa un nivel de «crecimiento de tendencia», algo que se ha estado buscando desde hace más de una década tras la crisis financiera. Para Moynihan, la fortaleza del consumo es un indicador positivo para la economía en su conjunto. «El consumidor sigue gastando con bastante fuerza en el inicio de este año», afirmó, sugiriendo que, a pesar de la incertidumbre, la actividad económica está en marcha.
La entrevista también tuvo lugar en un contexto en el que la Reserva Federal de Estados Unidos se prepara para emitir su última decisión sobre las tasas de interés. Moynihan respaldó la posición del banco, que no anticipa cambios en las tasas en el corto plazo y prevé que se mantendrán estables hasta 2026. El CEO advirtió que la Reserva Federal debería ser cautelosa al considerar recortes en un momento en que la economía está creciendo a un ritmo moderado. «No deberían ser prematuros al intentar impulsar la economía cuando está creciendo al 2%», señaló.
Además, Moynihan sugirió que sería preferible establecer tasas de interés reales más cercanas al 3% en lugar de las cifras casi nulas que se mantuvieron durante la crisis financiera y la pandemia de Covid-19. Esta perspectiva refleja una tendencia hacia una mayor estabilidad económica que podría beneficiar tanto a consumidores como a empresas en el futuro.
