Fin de la Herramienta Veripol: Un Análisis de su Trayectoria y Críticas
La Policía Nacional de España presentó en 2018 Veripol, un algoritmo diseñado para detectar denuncias falsas de robo con violencia. La herramienta, que prometía una precisión superior al 90%, fue considerada pionera a nivel mundial. Sin embargo, en octubre de 2024, el Ministerio del Interior anunció su desactivación, argumentando que carecía de validez en procedimientos judiciales. Este cambio se produce en un contexto de creciente escrutinio sobre el uso de tecnologías de inteligencia artificial en el ámbito policial, especialmente tras la publicación del Reglamento europeo sobre inteligencia artificial que clasifica a los polígrafos como sistemas de «alto riesgo».
El desarrollo de Veripol fue llevado a cabo por investigadores de las universidades Complutense y Carlos III, junto con el policía Miguel Camacho-Collados. La herramienta se entrenó utilizando una muestra de 1.122 denuncias de robo registradas en 2015, clasificando las palabras según su frecuencia y aplicando modelos de regresión estadística para identificar patrones de lenguaje asociados a denuncias verdaderas y falsas. A pesar de sus iniciales éxitos, donde el 83,54% de las denuncias clasificadas como falsas terminaron con la confesión del denunciante, diversas críticas comenzaron a surgir respecto a su eficacia y metodología.
Un informe elaborado por la Universidad de Valencia resaltó importantes deficiencias en Veripol, comenzando por el tamaño reducido de la muestra utilizada para su entrenamiento en comparación con el volumen de denuncias anuales en España. La falta de transparencia en el funcionamiento de la herramienta y la ausencia de un protocolo claro para su uso también fueron señaladas como preocupaciones significativas. Además, las denuncias analizadas eran redactadas por agentes de policía, lo que limitaba la capacidad del algoritmo para interpretar el relato original del denunciante. Con el cierre de Veripol, se plantea un debate sobre el futuro de las tecnologías de inteligencia artificial en la gestión de la seguridad y la necesidad de un enfoque más riguroso en su implementación.
