
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha calificado su reciente conversación telefónica con el presidente ruso, Vladimir Putin, como “buena” y “productiva”. Durante esta charla, ambos líderes acordaron la necesidad de establecer un alto el fuego inmediato en la infraestructura energética, un punto que ha cobrado relevancia en el contexto del conflicto entre Rusia y Ucrania.
Trump, a través de una publicación en su red social Truth Social, destacó que ambos mandatarios se comprometieron a “trabajar rápidamente para lograr un alto el fuego completo y, en última instancia, un fin” a las hostilidades. El presidente estadounidense subrayó que se discutieron “muchos elementos de un contrato de paz”, haciendo hincapié en el alto costo humano del conflicto, con miles de soldados perdiendo la vida. Según Trump, tanto Putin como el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, desean que este sufrimiento termine.
La conversación, que duró aproximadamente dos horas y media, fue confirmada por el Kremlin, que también indicó que Putin apoyó la propuesta de Trump para que Rusia y Ucrania detuvieran los ataques a la infraestructura energética durante un periodo de 30 días, instruyendo a su ejército en consecuencia.
Intercambio de prisioneros y condiciones para la paz
Además del alto el fuego, Putin informó a Trump sobre un próximo intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania, que se llevará a cabo el miércoles bajo un esquema de 175 prisioneros por cada lado. El Kremlin también destacó que el presidente ruso respondió de manera constructiva a la iniciativa de Trump sobre la seguridad marítima en el Mar Negro.
No obstante, Putin planteó varias condiciones para alcanzar un cese completo de las hostilidades, entre las que se incluye la suspensión de la ayuda militar y el intercambio de inteligencia con Ucrania, según la declaración oficial del Kremlin. Esta exigencia refleja la complejidad de la situación y las tensiones persistentes entre las partes involucradas.
En el transcurso de la conversación, los líderes también abordaron la situación en Oriente Medio y la necesidad de prevenir futuros conflictos en la región, lo que indica un interés por parte de ambos en ampliar el diálogo más allá de la crisis actual en Europa del Este.