El Secretario de Energía de los Estados Unidos, Chris Wright, ha manifestado recientemente que el mercado del petróleo está subestimando la intención del presidente Donald Trump de aumentar la producción de crudo y gas en el país. Durante una entrevista en el programa «Squawk Box«, Wright destacó que la producción de petróleo y gas en Estados Unidos se verá facilitada, lo que podría llevar a una disminución en los precios de estos recursos esenciales para la economía estadounidense.
Desde que Trump asumió la presidencia el 20 de enero, los futuros del crudo han caído casi un 14%. La administración ha centrado su agenda en la energía, buscando incrementar la producción a través de la expansión de arrendamientos en tierras y aguas federales, así como acelerando los procesos de permisos.
Sin embargo, la política de aranceles impuesta por Trump y la dinámica con la OPEP han creado incertidumbre en el mercado. A medida que algunos analistas advierten sobre el riesgo de precios más altos y un posible freno en el crecimiento económico, el precio del West Texas Intermediate alcanzó un mínimo intradía de $65.22 el 5 de marzo, el más bajo desde la primavera de 2022, tras la imposición de aranceles del 25% sobre Canadá y México.
En un contexto donde la producción de petróleo estadounidense ha alcanzado cifras récord bajo la administración de Biden, los CEO de Chevron y ConocoPhillips han expresado su expectativa de que la producción de crudo estadounidense se estabilice en los próximos años. Mike Wirth, CEO de Chevron, enfatizó en una conferencia en Houston que la disciplina de capital es más importante que el crecimiento por el crecimiento mismo, sugiriendo que es preferible generar flujo de caja libre en lugar de simplemente aumentar la producción.
Estrategias de la OPEP y la Administración Trump
Por su parte, la OPEP+ ha anunciado planes para aumentar la producción en abril, con un retorno gradual de 2.2 millones de barriles por día a un mercado que enfrenta un exceso de oferta. Esta situación se complica aún más por las tensiones geopolíticas, especialmente en relación con Irán, un miembro de la OPEP. Trump se ha propuesto reducir las exportaciones de petróleo iraní a cero como parte de un esfuerzo por forzar a la República Islámica a negociar un acuerdo nuclear.
Recientemente, Trump, Wright y el Secretario del Interior, Doug Burgum, se reunieron con ejecutivos del sector energético en la Casa Blanca, donde se reiteró la intención de colaborar estrechamente con la industria. Wright, en un gesto que refleja un cambio en la dinámica entre el gobierno y el sector energético, indicó que ya no llevan una «carta escarlata» en la frente, sugiriendo que la administración está dispuesta a trabajar de manera más constructiva con un sector clave para la economía estadounidense.
En los últimos días, los precios del crudo han mostrado un leve repunte, coincidiendo con los recientes ataques aéreos de Trump contra los hutíes en Yemen y su firme postura contra Irán. La cotización del West Texas Intermediate se situó en $67.11 por barril en la mañana del jueves, una cifra que, aunque modesta, refleja la complejidad del panorama energético actual.
