Recientes investigaciones han revelado fluctuaciones rápidas en la temperatura del agua de los ríos en los Estados Unidos, destacando que aquellos ríos gestionados por presas experimentan cambios térmicos más frecuentes y volátiles. Este estudio, llevado a cabo por expertos de la Universidad de Birmingham y la Universidad de Indiana, analizó 15 años de datos de temperatura de alta resolución y documentó un total de 6,507 aumentos y 4,787 descensos en la temperatura en 88 de las 102 estaciones evaluadas.
Los datos utilizados provienen del Servicio Geológico de EE. UU. y son un recurso científico esencial para comprender la variabilidad ambiental en diferentes regiones y a lo largo del tiempo, especialmente en un mundo cada vez más afectado por el calentamiento global y la actividad humana. Las variaciones en la temperatura del agua son cruciales para la gestión de hábitats de vida silvestre y la conservación de la biodiversidad, así como para entender los impactos de los pulsos de agua caliente y fría en actividades socioeconómicas como la producción de energía, la recreación, la pesca y el suministro de agua potable.
Hallazgos y su relevancia
Tradicionalmente, la investigación sobre la temperatura del agua de los ríos se ha centrado en valores extremos o promedio. Sin embargo, otros factores térmicos también son importantes para mantener ecosistemas acuáticos saludables. Uno de estos factores es la rapidez con la que cambia la temperatura del agua, lo que determina si los organismos acuáticos y las personas pueden adaptarse o encontrar lugares seguros durante estos cambios térmicos.
Los resultados del estudio indican que las fluctuaciones en la temperatura del agua pueden variar desde casi temperaturas de congelación hasta condiciones que superan los 40 grados Celsius en ciertos puntos geotérmicos. Se observaron cambios de más de 18 grados Celsius en un solo evento, superando así los extremos térmicos previamente documentados a nivel mundial.
El autor principal, el Dr. James C. White de la Universidad de Birmingham, subraya que estos hallazgos ofrecen información crítica sobre la dinámica de los cambios rápidos en la temperatura del agua en los ríos, lo que ayudará a futuros estudios a desentrañar cómo diferentes fuentes de agua y patrones climáticos afectan la probabilidad y características de estos eventos.
Asimismo, el estudio destaca diferencias regionales significativas en los EE. UU. Los ríos en regiones occidentales como California y Oregón mostraron menos fluctuaciones en general, aunque estas se concentraron en periodos de sequía y olas de calor. En contraste, el Cuenca Alta del río Colorado en el centro-oeste del país experimentó cambios de temperatura más frecuentes, probablemente a causa de la alta aridez y el deshielo de la nieve. En el sureste, estados como Florida y Georgia también reportaron cambios rápidos en la temperatura, vinculados a eventos de tormenta persistentes.
El coautor, David Hannah, profesor de Hidrología y titular de la Cátedra de Ciencias del Agua de la UNESCO en la Universidad de Birmingham, señala que al demostrar la amplitud de estos cambios en la temperatura del agua de los ríos a través de datos nacionales a largo plazo, se ha dado un paso crítico para identificar dónde y cuándo son más propensos a ocurrir fluctuaciones térmicas rápidas. Esto es fundamental para desarrollar intervenciones que puedan mitigar la volatilidad de la temperatura del agua y proteger así los cursos de agua vulnerables en un contexto de cambio climático.
