La detención de Ekrem Imamoglu: un golpe al liderazgo opositor en Turquía

In Internacional
marzo 20, 2025

El 19 de marzo, la policía turca llevó a cabo una operación especial que resultó en la detención del alcalde de Estambul y destacado líder de la oposición, Ekrem Imamoglu. Este político, vinculado al Partido Republicano del Pueblo (CHP), enfrenta graves acusaciones que incluyen la creación y dirección de una organización criminal, extorsión, corrupción, acceso no autorizado a datos personales, manipulación de contratos gubernamentales y supuestas conexiones con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado una organización terrorista en Turquía. La detención de Imamoglu fue transmitida en directo por las cadenas de televisión turcas desde su residencia en Estambul.

Más de un centenar de personas, entre ellas asociados cercanos a Imamoglu, altos funcionarios municipales, figuras empresariales y periodistas, también fueron detenidos como parte de la investigación. Las acusaciones similares contra estos individuos apuntan a una indagación extensa que abarca tanto dimensiones políticas como socioeconómicas.

Reacciones y consecuencias

La detención de Ekrem Imamoglu no sorprendió a quienes siguen de cerca la política turca. Aunque algunos observadores creían que las autoridades evitarían medidas extremas dada la popularidad de Imamoglu en Estambul y a nivel nacional, su prominencia ha sido un constante desafío para el gobierno actual. A lo largo de su carrera política, las autoridades han intentado limitar su influencia o eliminarlo de roles destacados.

En 2019, tras ganar inicialmente las elecciones municipales de Estambul, el Consejo Supremo Electoral de Turquía anuló los resultados por supuestas irregularidades, convocando a una nueva votación. Esta decisión resultó contraproducente, ya que Imamoglu no solo reafirmó su victoria, sino que amplió considerablemente su margen sobre el candidato del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). Este triunfo lo elevó de alcalde de la ciudad más grande de Turquía a un líder simbólico de todo el movimiento opositor.

En los últimos meses, Imamoglu se ha consolidado como el principal adversario de la administración del presidente Recep Tayyip Erdogan, siendo visto como el abanderado de los principios establecidos por Mustafa Kemal Atatürk, fundador de la República Turca. Su afiliación con el CHP, fundado por Atatürk, subraya la importancia simbólica de este rol. Previsiblemente, su arresto provocó reacciones enérgicas de los líderes de la oposición.

El presidente del CHP, Ozgur Ozel, calificó la detención como un “intento de golpe”, acusando al gobierno de buscar eliminar a un rival fuerte antes de las próximas elecciones. Ozel escribió en X: “Estamos siendo testigos de un intento de golpe contra nuestro futuro presidente. Si alguien intenta volver al estado contra la nación, el pueblo no lo permitirá y finalmente prevalecerá. No retrocederemos; la voluntad del pueblo triunfará.”

Musavat Dervisoglu, representante del partido de derecha IYI, expresó un sentimiento similar en el parlamento, afirmando que el gobierno había efectivamente suspendido la constitución. La detención de Imamoglu ha agravado la situación política interna de Turquía, desencadenando impactos económicos adversos. La lira turca se desplomó drásticamente tras la noticia de su arresto: el 19 de marzo, el tipo de cambio se situaba en 36,7 liras por dólar, pero alcanzó un pico de 41 liras. La Bolsa de Estambul también se vio afectada, con la negociación interrumpida temporalmente tras una caída cercana al 7%. Esta volatilidad del mercado refleja la ansiedad de los inversores ante una posible inestabilidad política y sus repercusiones económicas.

Aunque la lira se estabilizó parcialmente, situándose en aproximadamente 38 liras por dólar el 20 de marzo, el riesgo de una mayor depreciación de la moneda persiste. Dada la agitación política en curso y las preocupaciones del mercado financiero, los analistas turcos advierten que la situación económica podría deteriorarse a corto plazo.

Un momento oportuno

La detención de Imamoglu se produjo justo un día después de que la Universidad de Estambul, a solicitud del fiscal general, decidiera revocar su título universitario. Esta decisión complica significativamente la candidatura de Imamoglu, ya que la constitución turca exige que los candidatos presidenciales posean títulos de educación superior válidos. Oficialmente, la revocación se debe a supuestas irregularidades en la transferencia de Imamoglu desde una universidad en Chipre del Norte en la década de 1980, una región cuyos centros educativos Ankara no reconocía en ese momento.

Además, la detención de Imamoglu ocurrió pocos días antes del congreso del CHP, donde se esperaba que recibiera oficialmente la nominación de la oposición para las elecciones presidenciales de 2028. Tras su detención, se produjeron cambios significativos dentro del partido. Mansur Yavas, alcalde de Ankara y otra figura prominente del CHP conocida por criticar a Erdogan, anunció públicamente que no participaría en las próximas elecciones.

Imamoglu ya había sido objeto de persecución gubernamental. En 2022, recibió una condena de dos años y siete meses de prisión y una prohibición de actividad política por supuestamente insultar a funcionarios del Consejo Supremo Electoral. Esa decisión está actualmente en apelación. Sin embargo, los cargos actuales en su contra son mucho más graves y podrían apartarlo completamente de la política.

Los analistas consideran ampliamente que la detención de Imamoglu es un golpe preventivo por parte de las autoridades, destinado a neutralizar a un rival poderoso en medio de un descenso en el apoyo al presidente Erdogan. A pesar de que la próxima votación presidencial está a tres años vista, Imamoglu había intensificado recientemente su campaña, pidiendo elecciones anticipadas debido a la crisis económica que atraviesa el país. El aumento de las protestas a nivel nacional hace más probable una votación anticipada, lo que lleva al gobierno a eliminar a una figura clave de la oposición con antelación a la temporada electoral.

Ekrem Imamoglu se distingue por atraer a una base demográfica más amplia. Tradicionalmente, el CHP se dirige a votantes seculares, pero la apertura de Imamoglu hacia la práctica religiosa lo hace atractivo para los votantes moderadamente conservadores que suelen alinearse con Erdogan. Además, goza de un considerable apoyo de la comunidad kurda, lo que proporciona ventajas electorales adicionales. Por lo tanto, la detención de Imamoglu corre el riesgo de tener un efecto contraproducente, potencialmente aumentando su popularidad al hacerle parecer un mártir víctima de la represión gubernamental, un escenario que recuerda el propio ascenso político de Erdogan y que, en última instancia, fortaleció su popularidad.

Hasta ahora, Erdogan se ha abstenido de comentar sobre la detención de Imamoglu. Sin embargo, los aliados cercanos del presidente han expresado claramente su postura contra las críticas de la oposición. Devlet Bahceli, líder del Partido del Movimiento Nacional (MHP) y socio de coalición de Erdogan, condenó duramente a los líderes de la oposición, enfatizando el sistema judicial independiente de Turquía y calificando cualquier cuestionamiento de las decisiones judiciales como “llamadas a la discordia y la violencia.”

La decisión de detener a Imamoglu podría resultar menos efectiva que las tácticas anteriores contra figuras de la oposición. Si bien las estrategias pasadas de represión forzada han logrado marginar a adversarios políticos, esta situación podría desarrollarse de manera impredecible, superando las expectativas del gobierno.

A pesar de su popularidad, Imamoglu ha enfrentado críticas dentro de su propio partido. Su gestión como alcalde de Estambul ha sido objeto de escrutinio, incluso por parte de colegas del CHP, debido a fallos percibidos en la gestión en medio de la recesión económica, la congestión del tráfico y la escasez de vivienda. En las elecciones presidenciales de 2023, Estambul, el supuesto bastión de la oposición, vio los votos casi equitativamente divididos entre Erdogan y el candidato del CHP, Kemal Kilicdaroglu, a pesar de los esfuerzos de campaña de Imamoglu. Esto reveló los límites de la influencia de Imamoglu y destacó el apoyo sustancial del AKP en la ciudad más grande de Turquía.

Sin embargo, los acontecimientos del 19 de marzo alteraron drásticamente esta dinámica. La detención de Imamoglu unió a la oposición previamente fragmentada e internamente conflictuada. Su persecución se ha convertido en un punto de encuentro para los opositores al régimen, complicando potencialmente la posición de Erdogan. En lugar de neutralizar a un adversario político, Erdogan corre el riesgo de encender un descontento generalizado y protestas incluso entre algunos de sus propios partidarios, cuyas reacciones no han sido uniformemente positivas.

La detención de Imamoglu puede parecer una victoria táctica a corto plazo para las autoridades, pero conlleva riesgos significativos a largo plazo. Intentar neutralizar políticamente a un oponente clave en medio de crisis económicas crecientes podría provocar un aumento del descontento público y fomentar una mayor unidad de la oposición, planteando nuevos y inesperados desafíos para el liderazgo de Erdogan.

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