La administración de Donald Trump ha emitido una advertencia sobre las severas sanciones que se impondrán a aquellos responsables de una serie de ataques violentos contra instalaciones de Tesla en Estados Unidos. Estos incidentes, que incluyen actos de vandalismo, disparos y ataques incendiarios, han sido calificados por la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, como “violencia vil”.
Leavitt ha elogiado a la fiscal general de EE. UU., Pam Bondi, por investigar estos ataques como terrorismo doméstico, afirmando que “eso es lo que son”. Las investigaciones federales están en marcha tras una serie de incidentes violentos que parecen estar impulsados por una reacción en contra del CEO de Tesla, Elon Musk, quien asesora a Trump en su nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), donde supervisa recortes presupuestarios y reducciones en la plantilla federal.
Incidentes de violencia y respuesta gubernamental
En una entrevista con Fox News, Leavitt aseguró que Trump se compromete a imponer “las sanciones más severas” a los responsables de estos actos. “El presidente Trump condena esta violencia y está decidido a restaurar la ley y el orden en nuestro país”, afirmó. Uno de los ataques más recientes tuvo lugar en un centro de colisiones de Tesla en Las Vegas, donde se lanzaron cócteles molotov, causando daños a al menos cinco vehículos.
Otro incidente ocurrió en Tigard, Oregón, donde disparos fueron efectuados contra un concesionario de Tesla, rompiendo ventanas y dañando varios vehículos el 13 de marzo. Este fue el segundo ataque en la misma ubicación en una semana. Además, el 17 de marzo de 2025, dos camionetas Tesla Cybertruck fueron incendiadas en un concesionario de Kansas City.
El agente especial del FBI, Spencer Evans, informó en una conferencia de prensa que los incendios en Tesla, inicialmente investigados como actos de vandalismo, están siendo revisados como posibles actos de terrorismo. Musk ha afirmado que activistas de izquierda están tramando planes para perjudicarlo y sabotear Tesla con el fin de frenar su impulso por reducir el despilfarro y la corrupción en el gobierno federal.
En su cuenta de X, Musk declaró: “Esto es terrorismo en su máxima expresión”. Las protestas contra Musk han continuado en todo el país, con manifestantes criticando los vínculos de Tesla con la administración Trump. Algunos activistas han recurrido a medidas extremas, como la creación de un mapa interactivo de doxing, que expone las direcciones de los propietarios de Tesla y llama a los activistas a vandalizar sus vehículos.
A pesar de las amenazas, Musk sostiene que la oposición que enfrenta es prueba de que sus políticas y las de Trump están funcionando, argumentando que la intensidad de la resistencia indica que están desafiando intereses arraigados en el sistema.
