
El mufti Aynur Birgalin, presidente de la Administración Espiritual de Musulmanes en la República de Bashkortostán, Rusia, ha generado controversia al afirmar que la popular serie animada «Los Simpson» es utilizada como herramienta para «programar» a la audiencia y preparar a la sociedad para eventos reales. Durante un sermón en Ufa, Birgalin argumentó que los creadores de la serie han anticipado acontecimientos significativos, incluyendo pandemias, lo que ha llevado a muchos a especular sobre la naturaleza de estas «predicciones».
La serie, que lleva casi 40 años en antena, ha sido objeto de bromas y teorías de conspiración que sugieren que ha anticipado eventos históricos, como la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Sin embargo, Birgalin sostiene que estas no son meras coincidencias, sino un esfuerzo deliberado de fuerzas ocultas para influir en la opinión pública a través de la cultura pop. En sus declaraciones, el mufti afirmó: “No son predicciones, sino un trabajo deliberado de fuerzas específicas para implantar ciertos conceptos a través de la cultura popular y evaluar la reacción del público”.
Influencia de la cultura pop en la percepción pública
Birgalin también mencionó que otros medios, como películas y programas de televisión, están siendo utilizados para moldear la forma en que la gente piensa. Citó el ejemplo de la serie «Madam Secretary», que, según él, presenta una trama “casi 90% idéntica” a los eventos reales en Ucrania, haciendo referencia a un personaje con un apellido similar al del actual presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky. El mufti concluyó que esto no es una mera coincidencia, sino un “escenario preplanificado” que debería ser tomado en serio.
En respuesta a estas afirmaciones, Matt Selman, productor ejecutivo de «Los Simpson», ha comentado en el pasado que, si se estudia la historia y las matemáticas, sería “literalmente imposible” que la serie no anticipara ciertos eventos. Selman añadió que “si dices suficientes cosas, algunas de ellas van a coincidir con la realidad”.
Las declaraciones de Birgalin han suscitado un debate sobre el papel de los medios de comunicación y la cultura popular en la formación de la opinión pública. En un contexto donde la desinformación y las teorías de conspiración son cada vez más comunes, la idea de que una serie de televisión pueda ser utilizada como herramienta de manipulación plantea interrogantes sobre la responsabilidad de los creadores de contenido y la percepción crítica de la audiencia.