Investigadores de la Universidad Técnica de Renania-Palatinado en Kaiserslautern-Landau han llevado a cabo un estudio sobre la discriminación en los procesos de selección de personal, centrándose en cómo las características sociales de los candidatos pueden influir en su evaluación. Los resultados indican que contar con una alta cualificación profesional puede ser un buen punto de partida para ser juzgado de manera justa, aunque pequeños detalles adicionales en la solicitud pueden activar estereotipos negativos que afectan a los solicitantes.
Las personas suelen pertenecer a múltiples grupos que están sometidos a clichés y estereotipos negativos. Esta discriminación es relevante en el mercado laboral, donde muchas personas se ven afectadas por la sospecha de que su género, orientación sexual o procedencia étnica les perjudica en su búsqueda de empleo. En este contexto, el equipo de investigación liderado por la psicóloga social Melanie Steffens ha analizado si factores externos, como la afiliación a un grupo social, influyen en la evaluación de un profesional en un contexto laboral o si, por el contrario, las cualificaciones son el único criterio a tener en cuenta.
Resultados del estudio sobre la discriminación laboral
En una de las investigaciones, se pidió a 212 participantes que evaluaran solicitudes de empleo ficticias de mujeres cirujanas. Los participantes, seleccionados de manera aleatoria y con o sin experiencia en gestión, debían decidir a quién de las candidatas contratarían. Las mujeres evaluadas presentaban características diversas: algunas tenían piel clara y otras oscura, y algunas estaban en una relación con hombres, mientras que otras lo estaban con mujeres. Además, se les pidió a las candidatas que describieran su perfil con rasgos relacionados con la competencia o la calidez.
Los resultados, que sorprendieron a los investigadores, mostraron que no hubo evidencias de discriminación en la evaluación de las cirujanas. Las mujeres fueron valoradas positivamente, independientemente de su grupo social o de las características que se atribuyeron en su perfil. Este hallazgo sugiere que el hecho de postularse para un puesto de liderazgo como mujer cirujana es suficiente para superar los estereotipos negativos.
Otro estudio previo analizó las evaluaciones de mujeres con nombres alemanes y turcos. En este caso, los participantes debían decidir a quién excluir de un equipo ficticio o a quién promover, basándose en la información proporcionada sobre las candidatas. Los resultados indicaron que las mujeres alemanas y turcas eran igualmente promovidas si no se mencionaban debilidades. Sin embargo, cuando se presentaban debilidades típicamente femeninas, las mujeres turcas eran excluidas con más frecuencia que sus contrapartes alemanas. Esto sugiere que el estereotipo negativo asociado a las mujeres turcas se activa más fácilmente que el de las alemanas.
Steffens señala que, aunque las cualificaciones excelentes son un buen requisito para una evaluación justa, incluso pequeñas cantidades de información adicional pueden activar estereotipos y patrones de discriminación. Por lo tanto, es crucial que tanto los solicitantes como quienes toman las decisiones sean conscientes de cómo la información puede ser ponderada de manera diferente según la persona.
Las conclusiones de esta investigación no solo tienen implicaciones para el mercado laboral, sino que también son relevantes para procesos de selección en universidades o prácticas profesionales. La recomendación de los investigadores es que los solicitantes se centren en resaltar sus cualificaciones, mientras que quienes deciden deberían esforzarse por ignorar las afiliaciones a grupos sociales y ser conscientes de los sesgos que pueden influir en su evaluación.
