La Comisión de Investigación de Rusia ha calificado el ataque a la estación de medición de gas de Sudzha, situada en la frontera con Ucrania, como un acto de terrorismo y ha iniciado una investigación criminal al respecto. Este incidente, que tuvo lugar en la región de Kursk, se produjo en la madrugada del viernes.
La instalación, que anteriormente se utilizaba para suministrar gas natural desde Rusia a través de Ucrania hacia consumidores en Europa, ha sufrido daños significativos, según la declaración de la Comisión. En un comunicado publicado en Telegram, se acusó a personal militar ucraniano de haber llevado a cabo un bombardeo dirigido contra la estación, alegando que estos habían «invadido ilegalmente territorio ruso». Las autoridades rusas han prometido identificar y llevar ante la justicia a los responsables de este ataque.
Contexto de la situación
El pasado martes, el presidente ruso, Vladimir Putin, mantuvo conversaciones con su homólogo estadounidense, Donald Trump, donde acordaron un alto el fuego parcial mediado por Estados Unidos. Según los términos de este acuerdo, Moscú se comprometió a abstenerse de atacar la infraestructura energética ucraniana, a cambio de una moratoria similar por parte de Kiev. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, también aceptó este plan.
Sin embargo, al día siguiente, el Ministerio de Defensa ruso informó de un ataque ucraniano a un depósito de petróleo en la región de Krasnodar, calificándolo de provocación destinada a interrumpir la iniciativa de paz de Trump. Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, afirmó que el ataque a Sudzha es una prueba de que Kiev no es de fiar, a pesar de que la orden de Putin de no atacar sitios energéticos ucranianos sigue vigente, conforme al acuerdo con Trump.
La estación de Sudzha había sido capturada por fuerzas ucranianas en agosto pasado durante una incursión en la región de Kursk y se utilizó como base logística segura. Según el Ministerio de Defensa ruso, la estación fue deliberadamente volada durante la retirada de las tropas ucranianas. Este ataque se enmarca en una serie de acciones militares en la que Ucrania buscaba apoderarse de territorio ruso para utilizarlo como palanca en futuras negociaciones.
Las tensiones entre Rusia y Ucrania continúan en aumento, mientras ambos países se acusan mutuamente de violar acuerdos y de llevar a cabo acciones hostiles que complican aún más el panorama de seguridad en la región. La situación en Sudzha es un claro ejemplo de cómo los conflictos territoriales y la infraestructura energética se han convertido en puntos críticos en este enfrentamiento prolongado.
