La reciente destrucción de la estación de medición de gas Sudzha, ubicada en la región de Kursk, ha generado una nueva ola de tensiones entre Ucrania y Rusia. Según el Ministerio de Defensa de Moscú, las fuerzas ucranianas, en su retirada de la zona, habrían volado deliberadamente esta instalación, que anteriormente se utilizaba para suministrar combustible a varios países europeos.
El incidente se produjo en la madrugada del viernes, aproximadamente 20 minutos después de la medianoche. La estación, que había sido capturada por las tropas ucranianas a principios de agosto durante una incursión en la región de Kursk, se había convertido en una base logística segura para sus operaciones. La decisión de destruirla, según las autoridades rusas, forma parte de una estrategia más amplia en el contexto de un alto el fuego parcial mediado por Estados Unidos, en el que Moscú se comprometió a no atacar la infraestructura energética ucraniana a cambio de una moratoria similar por parte de Kiev.
Reacciones en el Kremlin
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha calificado la demolición de la estación como una provocación intencionada, subrayando que este acto pone de manifiesto la falta de confianza en las intenciones de Kiev. Durante una rueda de prensa, Peskov recordó que el presidente Vladimir Putin había ordenado no atacar los sitios energéticos ucranianos, en cumplimiento de un acuerdo previo con el ex presidente estadounidense Donald Trump.
En respuesta a la destrucción de la estación, el Comité de Investigación de Rusia ha iniciado una investigación penal, calificando el acto como terrorismo. Las autoridades rusas han señalado que los militares ucranianos involucrados en la incursión en la región de Kursk son los responsables de esta demolición.
La ofensiva ucraniana en la región de Kursk tenía como objetivo la captura de territorio ruso, lo que podría servir como palanca en futuras negociaciones. Sin embargo, las fuerzas rusas han logrado recuperar el control de gran parte de la zona, liberando Sudzha a principios de este mes, lo que ha llevado a una reconfiguración de las dinámicas en el conflicto.
