La comunidad científica ha dado un paso significativo en la exploración de la expansión del universo con la segunda liberación de datos del Dark Energy Spectroscopic Instrument (DESI), ubicado en el Observatorio Nacional Kitt Peak, en Arizona. Este proyecto, que busca mapear un número sin precedentes de galaxias a lo largo de 11 mil millones de años de historia cósmica, tiene como objetivo profundizar en la comprensión de la enigmática energía oscura.
Durante décadas, los astrónomos han tenido claro que el universo se expande; sin embargo, la aceleración de esta expansión, revelada en los años 90 a través de la primera imagen del fondo cósmico de microondas, ha planteado interrogantes sobre su naturaleza. La energía oscura, un término que se traduce como “no entendemos qué es esta energía”, ha guiado muchas de las investigaciones actuales en cosmología.
Los nuevos datos de la colaboración DESI, que incluyen una refinación de la primera liberación de información, sugieren tensiones entre las observaciones de la expansión del universo. Al combinar los datos recientes con observaciones previas, los investigadores han encontrado indicios de que el impacto de la energía oscura sobre la expansión del universo podría estar debilitándose con el tiempo. Arnaud de Mattia, un físico francés parte del equipo, declaró que “cuando combinamos todos los datos cosmológicos, se favorece la idea de que la expansión del universo estaba acelerándose a un ritmo ligeramente más alto hace unos 7 mil millones de años”. Sin embargo, los científicos enfatizan la falta de certeza absoluta en esta afirmación, ya que aún no se ha alcanzado el umbral estadístico de “cinco sigmas” que se considera necesario para validar tales descubrimientos.
Implicaciones para el modelo cosmológico estándar
Este nuevo enfoque de la “energía oscura evolutiva” podría tener un impacto significativo en el modelo cosmológico estándar, obligando a realizar cambios sustanciales para incorporar estos nuevos hallazgos. En caso de que se confirme que la energía oscura evoluciona con el tiempo, se abrirían posibilidades más emocionantes y dramáticas sobre el futuro del universo. La teoría actual sugiere que la expansión continuará hasta la eventual muerte térmica del universo. Sin embargo, si la aceleración de la expansión se intensifica, podríamos enfrentarnos a un “gran desgarramiento” en el que toda la materia, hasta la escala atómica, se desintegraría. Por otro lado, existe la posibilidad de que el universo alcance un punto de máxima expansión y colapse en un “gran crunch”, donde toda la materia y el espacio-tiempo converjan hacia una singularidad.
Además, se plantea la teoría del “gran rebote”, que sugiere que el universo sigue un ciclo de expansiones, colapsos y reexpansiones. En este contexto, las interacciones cuánticas podrían impedir la formación de una singularidad, dando lugar a una explosión energética que daría origen a un nuevo universo. Aunque esta última teoría se encuentra aún lejos del umbral de certeza, sugiere un futuro fascinante para la cosmología.
Los datos del DESI son accesibles al público en línea, lo que permite a la comunidad científica y al público en general explorar estos descubrimientos y sus implicaciones. Este acceso abierto a los datos es un paso positivo hacia una mayor transparencia en la investigación científica, un aspecto que debería ser apoyado y promovido en todos los ámbitos de la ciencia.
