El legendario boxeador estadounidense George Foreman, conocido como «Big George», ha fallecido a los 76 años, según ha comunicado su familia a través de un post en Instagram. Foreman, quien se destacó como campeón mundial de peso pesado en dos ocasiones, dejó una huella imborrable en el mundo del boxeo a lo largo de su extensa carrera.
Originario de Texas, Foreman comenzó su trayectoria en el boxeo amateur tras trasladarse a California. A lo largo de su carrera, que culminó en 1997, acumuló un impresionante récord de 76 victorias, 68 de ellas por nocaut, y solo cinco derrotas. Su familia anunció su fallecimiento el 21 de marzo de 2025, destacando que partió en paz rodeado de sus seres queridos.
Un legado en el boxeo y más allá
Foreman alcanzó la fama mundial tras ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1968 en Ciudad de México, cuando apenas contaba con 19 años. Su primera conquista del campeonato mundial de peso pesado llegó en 1973, y lo volvió a conseguir en 1994, convirtiéndose en el campeón de peso pesado más veterano de la historia a los 45 años.
Uno de los combates más memorables de su carrera fue el que sostuvo contra Muhammad Ali en 1974, donde perdió por nocaut en el octavo asalto. Este enfrentamiento fue documentado en el aclamado documental «When We Were Kings», que retrata no solo el combate, sino también el contexto social y cultural de la época. Tras esta derrota, Foreman se retiró temporalmente del boxeo para dedicarse a su vocación como ministro ordenado en Texas, aunque regresó al ring en 1987 a la edad de 38 años.
Además de su carrera en el boxeo, Foreman se convirtió en un empresario exitoso con el lanzamiento de la George Foreman Grill en 1994, un producto que revolucionó la cocina y que ha vendido más de 100 millones de unidades en todo el mundo. En 1999, vendió los derechos comerciales de la parrilla por 138 millones de dólares, consolidando su éxito fuera del cuadrilátero.
Su última pelea tuvo lugar en noviembre de 1997, donde perdió por decisión mayoritaria ante Shannon Briggs. En 2002, la revista The Ring lo incluyó en su lista de los 25 mejores boxeadores de los últimos 80 años y lo clasificó como el noveno mejor pegador de todos los tiempos. Además, fue analista de boxeo en HBO durante 12 años, hasta 2004, lo que le permitió seguir vinculado al deporte que tanto amaba.
