
Karla Sofía Gascón, la actriz española que ha alcanzado notoriedad internacional gracias a su papel en la película Emilia Pérez, está en el centro de la controversia tras la publicación de su nuevo libro, Lo que queda de mí. Esta obra, una edición actualizada de su anterior publicación en México, aborda las experiencias recientes de la actriz, así como las repercusiones de haber sido «cancelada» por antiguos tuits considerados racistas e islamófobos.
Gascón, quien se convirtió en la primera intérprete transgénero nominada a un Oscar, logró una gran popularidad y reconocimiento en la industria cinematográfica tras su éxito en Cannes. Sin embargo, su ascenso se vio ensombrecido por el resurgimiento de tuits polémicos que la llevaron a un punto crítico en su carrera. La actriz, al presentar su libro en Madrid, se mostró decidida a reflexionar sobre su situación, el impacto de la cancelación y cómo ha evolucionado su identidad personal y profesional.
En una entrevista, Gascón describió el proceso de escribir este libro como un viaje a través de momentos difíciles de su vida y su carrera. «Este libro es parte de un momento muy complicado en mi vida. Todo lo que había construido se desmoronó», confesó. A lo largo de sus 500 páginas, la autora mezcla episodios de su vida real con elementos ficticios, invitando al lector a discernir la verdad detrás de su narrativa. La obra se presenta como un intento de redención y autocomprensión, donde Gascón aborda temas de identidad y lucha personal.
Una de las declaraciones más impactantes de Gascón fue su afirmación de que no tiene que ser perdonada por nada. La actriz argumenta que sus antiguos tuits han sido sacados de contexto y que su visión ha cambiado con el tiempo. «Si alguien se ha sentido ofendido por mis declaraciones, que me lo explique», añadió. La artista, que ha estado en el foco de la crítica, se defiende insistiendo en que ha dedicado su vida a apoyar causas sociales y a combatir el racismo, lo que hace que la etiqueta de racista le resulte difícil de aceptar.
Gascón no solo se limitó a defenderse de las acusaciones, sino que también reflexionó sobre el impacto que estos eventos han tenido en su vida profesional. A pesar de haber sido nominada a un Oscar, su presencia en la alfombra roja fue limitada, lo que ella atribuyó a la presión de la industria para presentar una imagen pulcra y perfecta. «No represento a nadie más que a mí misma. El arte proviene de la imperfección humana», afirmó, subrayando su deseo de ser auténtica.
A medida que avanza en su carrera, Gascón se muestra resiliente y enfocada en el futuro. «Mi combustible es el odio que recibo; lo convierto en algo útil para superarme», comentó sobre cómo ha manejado la adversidad. Su libro, más que un simple relato autobiográfico, busca invitar a la reflexión sobre la verdad, la identidad y la lucha personal en un contexto de creciente polarización social.
Con Lo que queda de mí, Gascón se plantea no solo una vía para su propia redención, sino también un llamado a sus lectores a cuestionar y explorar sus propias percepciones sobre la identidad y el cambio. La actriz, que ha estado en el centro de la atención mediática, continúa su camino con una firme creencia en la humanidad y una responsabilidad hacia su hija y hacia sí misma de no rendirse.