Cada temporada de The White Lotus genera un interés notable no solo por su narrativa, sino también por la moda que exhibe, un aspecto que ha sido cuidadosamente diseñado por la diseñadora de vestuario Alex Bovaird. Esta profesional ha trabajado en las tres temporadas de la exitosa serie de HBO, utilizando la vestimenta como un medio para reflejar dinámicas de clase y la descomposición emocional de los personajes, desde la camiseta de cocodrilo de Lochlan Ratliff hasta los diseños personalizados de Jacquemus que lleva el personaje de Charlotte Le Bon, Chloe.
“Me siento muy afortunada”, declaró Bovaird a Yahoo Entertainment. “He trabajado en muchos programas donde los trajes son buenos, pero hay algo en The White Lotus que a todos les encanta. [El creador] Mike White ha creado algo que es como un fenómeno”. Bovaird inició su colaboración con White en la película de 2017 Brad’s Status, lo que le permitió ser la primera opción para el vestuario de The White Lotus.
Con cada temporada ambientada en lugares distintos —Hawái, Italia y ahora Tailandia—, Bovaird ha sido fundamental en la evolución visual de los personajes que se hospedan en el ficticio resort White Lotus. Trabaja en estrecha colaboración con White para construir un lenguaje visual a través de la vestimenta de los personajes, comenzando por la descripción que él le proporciona sobre quiénes son.
La habilidad de Bovaird para decodificar las tramas de los personajes a través de la moda se refleja particularmente en la relación entre las amigas Jaclyn, Kate y Laurie, interpretadas por Michelle Monaghan, Leslie Bibb y Carrie Coon. A pesar de compartir casi todas las escenas, sus estilos de vestimenta reflejan una creciente tensión pasivo-agresiva entre ellas. “Eso es exactamente lo que es el diseño de vestuario”, explicó. “Es intentar subrayar a los personajes y ayudar a entender quiénes son”.
Jaclyn, una actriz que busca atención, se caracteriza por su vestimenta colorida y brillante. Kate, más contenida, se quita el maquillaje y se pone el pijama tras una noche de fiesta, mientras que Laurie, una abogada de Nueva York, comienza con un estilo más gris, proyectando una imagen de seriedad que evoluciona hacia algo más audaz a lo largo de la temporada.
Bovaird también tuvo que considerar el contexto cultural en el que se desarrolla la historia. Para las escenas que requieren vestuario específico tailandés, se apoyó en el personal local y el coreógrafo, asegurándose de que cada vestimenta se alineara con los requisitos de cada danza tradicional.
La diseñadora también se enfrentó al desafío de crear vestuarios que resonaran con la historia y los personajes, a menudo recurriendo a la moda de las décadas de 1960 y 1970 para inspirarse en la vestimenta de resort. “Disecamos las escenas y los personajes, y tengo que desglosar todo lo que necesitamos hacer de manera muy metódica”, comentó.
El calor del ambiente también se convirtió en un personaje más dentro de la producción. “Mis respetos a mi equipo, que fueron los verdaderos héroes, ventilando a la gente y dándoles compresas de hielo”, dijo Bovaird, quien, a pesar de las complicaciones, disfrutó especialmente de las escenas de fiesta. “Me encantan las escenas de fiesta; soy una chica de fiesta, así que es una excusa para recordar la diversión desatada de salir por la noche”.
El vestuario de Bovaird no solo se limitó a los nuevos personajes, sino que también intentó rendir homenaje a personajes anteriores, como Tanya, interpretada por Jennifer Coolidge, quien falleció en la segunda temporada. “Llevé vestidos de Tanya que ella usaba en sus momentos más extravagantes. Tenía la idea de que podría aparecer como un espíritu en alguna fiesta, pero no se materializó”, añadió.
