El alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, fue detenido el pasado miércoles en el marco de una amplia investigación por presuntos cargos de corrupción y terrorismo. Esta situación ha desatado una ola de protestas en todo el país, que han sido calificadas como las más significativas en más de una década. Imamoglu, miembro destacado del Partido Republicano del Pueblo (CHP) y considerado un rival clave del presidente Recep Tayyip Erdogan, fue arrestado por supuestos casos de extorsión, soborno y fraude. Además, se ha abierto un caso separado sobre sus supuestos vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), al que Ankara considera una organización terrorista.
El domingo, un tribunal turco aprobó la solicitud de los fiscales para encarcelar a Imamoglu mientras se desarrolla el juicio por los cargos de corrupción. La decisión sobre la investigación relacionada con el terrorismo aún está pendiente. Durante su comparecencia en el tribunal, Imamoglu negó cualquier irregularidad y afirmó que las acusaciones en su contra tienen motivaciones políticas.
Protestas y represión
La detención de Imamoglu se produjo días antes de que se esperaba que fuera nominado como candidato del CHP para las elecciones presidenciales de 2028. Su arresto ha provocado manifestaciones masivas en Estambul y otras ciudades, a pesar de la prohibición de reuniones en la vía pública que se ha extendido hasta el 26 de marzo. Durante cuatro noches consecutivas, miles de personas se han congregado frente a la sede municipal de Estambul y en el palacio de justicia de Caglayan, ondeando banderas y coreando consignas en apoyo al alcalde. La respuesta de la policía ha sido contundente, utilizando gases lacrimógenos y spray de pimienta para dispersar a los manifestantes.
En Ankara y en la ciudad occidental de Izmir también se han registrado escenas similares, con el uso de cañones de agua por parte de las fuerzas del orden. Según informes de los medios locales, el ministro del Interior, Ali Yerlikaya, anunció que 323 personas habían sido detenidas en todo el país hasta la mañana del domingo. Erdogan, por su parte, ha condenado las protestas, acusando a los líderes de la oposición de incitar lo que ha calificado como «terrorismo callejero» y advirtiendo que tales acciones no serán toleradas.
Imamoglu, desde su detención, ha elogiado las manifestaciones en un mensaje en la red social X, describiéndolas como «una defensa de la democracia». Además, ha instado a sus seguidores a participar en «urnas de solidaridad» simbólicas que el CHP ha instalado en todo el país, permitiendo a los ciudadanos que no son miembros del partido expresar su apoyo al alcalde. A pesar de la decisión judicial, el CHP ha reafirmado su intención de respaldar a Imamoglu como su candidato presidencial.
