
Un tribunal de Estambul ha dictado este domingo la prisión provisional para Ekrem Imamoglu, el alcalde de la ciudad. Esta decisión se produce en un contexto de creciente tensión política en Turquía, donde Imamoglu se había convertido en una figura clave de la oposición al gobierno de Recep Tayyip Erdogan.
Este mismo día, Imamoglu debía ser elegido oficialmente como candidato del Partido Republicano del Pueblo (CHP) en unas elecciones primarias simbólicas a nivel nacional. A pesar de su encarcelamiento, las primarias se llevan a cabo, reflejando la popularidad del alcalde, quien, según diversas encuestas, tiene el potencial de derrotar a Erdogan en futuras elecciones presidenciales.
Tras conocerse la decisión judicial, el equipo de Imamoglu publicó un mensaje en la red social ‘X’, instando a la población a no perder la esperanza y a resistir ante lo que consideran un ataque a la democracia. «Juntos, uno al lado del otro, terminaremos con este golpe, esta mancha negra en nuestra democracia», afirmaron.
Desde su detención el pasado miércoles, Turquía ha sido escenario de una ola de protestas masivas, especialmente entre estudiantes universitarios. A pesar de que el gobierno ha prohibido las manifestaciones, miles de personas han salido a las calles, lo que ha llevado a la detención de más de 800 manifestantes, incluidos 323 en una sola noche de protestas en Estambul.
La respuesta de las fuerzas de seguridad ha sido contundente, utilizando gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes que intentaban marchar desde el ayuntamiento hacia los lugares emblemáticos de la ciudad. Las manifestaciones, aunque no autorizadas, han logrado reunir a cientos de miles de personas en un contexto donde la represión del gobierno es evidente.
Contexto judicial y acusaciones
Imamoglu enfrenta actualmente ocho procesos judiciales, muchos de ellos abiertos en los últimos meses. Las acusaciones en su contra incluyen pertenencia a una mafia criminal de corrupción y vínculos con el PKK, una organización considerada terrorista por el gobierno turco. Sin embargo, abogados consultados han señalado que las pruebas presentadas son débiles y se basan en testimonios anónimos.
El alcalde de Ankara, Mansur Yavas, también opositor, ha criticado abiertamente el sistema judicial turco, calificando la situación de «vergonzosa» y afirmando que se está intentando bloquear el camino de un alcalde que cuenta con el apoyo de millones de votantes. «Me avergüenzo de nuestro sistema de justicia», ha declarado Yavas, reflejando el sentimiento de muchos en la oposición.
A pesar de las restricciones, las primarias del CHP han atraído a un gran número de votantes, aunque el control sobre el proceso es escaso, permitiendo que algunos voten múltiples veces. Este plebiscito simbólico busca medir el apoyo popular hacia Imamoglu, con la esperanza de que la cifra de participantes sea significativa, lo que podría tener repercusiones en la política turca a largo plazo.