
El centenario del nacimiento del artista húngaro Karl Stengel, figura destacada del arte postguerra, se celebra con una serie de exposiciones en ciudades como Florencia, Londres y Querétaro, que destacan su legado artístico. Estas muestras se enmarcan en un proceso de redescubrimiento de su obra, que abarca desde lienzos de expresionismo abstracto hasta dibujos surrealistas, y que ha comenzado a recibir el reconocimiento que merece en los últimos años.
La colección Stengel, ubicada en Florencia, conmemora la vida y obra del artista a través de una exposición que estará abierta hasta el 11 de abril y que presenta más de 45 pinturas, trabajos en papel y composiciones de técnica mixta, todo ello en el contexto del renacentista Palazzo Rosselli del Turco. Además de esta muestra, se programan exposiciones en el Oxo Tower de Londres del 21 al 30 de mayo y en el MACQ Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro, que estará disponible hasta el 27 de abril.
La historia de Stengel es particularmente conmovedora. Su trayectoria artística comenzó en circunstancias adversas, ya que fue en un gulag soviético, tras la Segunda Guerra Mundial, donde tomó una piedra y comenzó a dibujar a uno de sus guardias sobre un saco de cemento. Vito Abba, director de la Stengel Collection, subraya la trascendencia de ese momento, considerándolo «un símbolo de su determinación de crear arte sin importar las circunstancias». Tras su liberación, Stengel continuó su formación en la Academia de Bellas Artes de Budapest, pero, tras la Revolución Húngara de 1956, se vio obligado a huir, encontrando refugio en Múnich, donde completó su formación artística en 1961.
A lo largo de su carrera, la obra de Stengel estuvo influenciada por diversas formas artísticas, como la música, la poesía y la literatura. Abba señala que «el arte de Stengel está ricamente cargado de referencias artísticas que reflejan su amor por otras formas creativas, como la música, el teatro, la literatura y la poesía». El artista a menudo pintaba sobre libros y partituras musicales, conectando sus obras visuales con los sonidos de compositores como Béla Bartók y Beethoven, así como con poetas como Federico García Lorca. Esta interconexión de medios artísticos se convirtió en una característica distintiva de su estilo expresivo.
Uno de los aspectos más interesantes de la exposición centenaria en Florencia es la oportunidad de explorar los «diarios» de Stengel, una colección de obras menores donde el artista experimentaba con nuevas ideas y métodos. Estas piezas, que requieren guantes para ser manipuladas, incluyen intrincados dibujos en páginas de libros y partituras musicales, ofreciendo una visión personal de su proceso creativo. Abba explica que «a menudo son un registro visual de lo que leía o escuchaba en ese momento», reflejando los amplios intereses culturales de Stengel y sus respuestas espontáneas al mundo que le rodeaba.
A pesar de que una gran parte de su obra tiene un carácter abstracto, muchos de los trabajos de Stengel presentan motivos recurrentes como cabezas, siluetas y puertas, símbolos que sugieren temas de exilio y trauma, profundamente conectados con sus propias experiencias. «Su vida y obra están profundamente enraizadas en el siglo XX», señala Abba, destacando las influencias del Expresionismo Alemán, el Art Informel y el Expresionismo Abstracto en su arte. Sin embargo, sus obras trascienden su contexto histórico, abordando temas universales como el sufrimiento humano, la resiliencia y la búsqueda de significado en un mundo fracturado.
A pesar de la profundidad emocional y la versatilidad de su obra, Stengel nunca buscó la fama o el reconocimiento. Abba menciona que «la libertad era más importante que el reconocimiento», y su compromiso con la libertad artística a menudo lo llevó a resistir las presiones del mercado del arte, priorizando lo que consideraba fiel a su visión personal. Este enfoque en la integridad artística, en lugar del éxito comercial, contribuyó a que su trabajo no recibiera un amplio reconocimiento durante su vida. Fue solo en los años posteriores a su fallecimiento en 2017 que su arte comenzó a captar la atención internacional.
Las exposiciones que celebran el centenario de Stengel tienen como objetivo presentar su obra a nuevas audiencias. La muestra en el Oxo Tower en Londres, programada para mayo, marcará la primera vez que sus obras se exhiban ante el público británico. Abba expresa su confianza en que la historia de Stengel —de resiliencia, exilio y el poder perdurable del arte— resonará con las audiencias contemporáneas en todo el mundo. «No hay duda de que muchas de las circunstancias que afectaron a Karl durante su vida y el clima político del siglo XX tienen paralelismos en el mundo actual», concluye Abba, sugiriendo que esto confiere a su obra una nueva relevancia.
A pesar de sus temas sombríos, la obra de Stengel se erige como un poderoso y esperanzador testimonio del potencial transformador del arte. «Esta es una narrativa positiva y esperanzadora», dice Abba, «que habla sobre el impulso humano de crear y el poder del arte para dar sentido a las experiencias».
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