Lisa Schiff, una asesora de arte de Nueva York que llegó a contar con el apoyo de celebridades como el actor ganador del Oscar Leonardo DiCaprio, ha sido condenada a 30 meses de prisión federal tras reconocer haber defraudado a sus clientes en 6,5 millones de dólares relacionados con la venta de 55 obras de arte. Schiff había admitido su culpabilidad en un caso de fraude electrónico en octubre pasado.
En un emotivo juicio celebrado en un tribunal federal de Manhattan, Schiff, de 54 años, se dirigió a sus antiguos amigos y clientes, llorando y pidiendo disculpas por los daños causados. Afirmó: “Soy una criminal que ha lastimado a clientes, colegas y amigos”, y se autodenominó “cobarde” por haber ocultado su engaño mientras llevaba una vida de lujo financiada por el dinero robado a quienes “la amaron y confiaron” en ella.
Su estilo de vida ostentoso incluía un apartamento de 25.000 dólares al mes, un espacio de 2 millones de dólares para su negocio, así como viajes a Europa, donde disfrutaba de compras en boutiques de lujo y estancias en hoteles exclusivos.
“Soy una persona culpable y estoy preparada para enfrentar mi castigo”, declaró Schiff entre lágrimas. “Tengo miedo, pero estoy lista.” Se espera que la condenada se presente en prisión el 1 de julio.
Según los fiscales, entre sus víctimas se encontraban 12 clientes, un artista, la herencia de otro artista y una galería de arte. Michael Barasch, uno de los perjudicados, relató en el tribunal que su familia había acogido a Schiff como parte de su círculo cercano, invitándola a reuniones familiares y celebraciones. Barasch afirmó que “su conducta despreciable va más allá del dinero robado”, agregando que Schiff había roto el corazón de su esposa, quien la consideraba su mejor amiga.
Barasch estimó que las pérdidas de las víctimas podrían alcanzar hasta 10 millones de dólares, si se consideran los costos legales y otros gastos asociados a los intentos de recuperar parte de lo perdido a través de litigios. “Seremos afortunados si recuperamos cinco centavos por dólar. Ninguna víctima podrá ser completamente indemnizada”, lamentó. “¡Vergüenza para ti!”
El juez J. Paul Oetken calificó los crímenes de Schiff como “bastante descarados” y señaló que su fraude se extendió durante aproximadamente cinco años, involucrando a más de una docena de clientes. Además de la pena de prisión, Schiff fue condenada a dos años de libertad supervisada y se le ordenó pagar casi 6,5 millones de dólares en concepto de decomiso, así como más de 9 millones de dólares en restitución.
A pesar de que el fraude electrónico puede conllevar una pena de hasta 20 años de prisión, como parte de su acuerdo de culpabilidad, los fiscales recomendaron una condena de entre 3 años y medio y 4 años y cuarto de cárcel.
