
Más de 400 celebridades de Hollywood, entre las que se encuentran Paul McCartney, Cate Blanchett y Ben Stiller, han firmado una carta dirigida a la administración de Donald Trump. En ella, instan a que no se modifiquen las protecciones de derechos de autor en Estados Unidos, en respuesta a las recientes propuestas de gigantes tecnológicos como OpenAI y Google. Estas propuestas sugieren que la legislación de derechos de autor debería permitir que las empresas de inteligencia artificial entrenen sus sistemas utilizando obras protegidas sin necesidad de permiso o compensación a los titulares de derechos.
La misiva subraya la importancia de la industria creativa estadounidense, que no solo genera empleo, sino que también fundamenta la influencia cultural y democrática de EE. UU. en el extranjero. La carta señala que «la liderazgo global de EE. UU. en IA no debería venir a expensas de nuestras industrias creativas esenciales». Los firmantes argumentan que las propuestas de las empresas tecnológicas amenazan no solo a Hollywood, sino a todos los sectores que dependen de la propiedad intelectual, incluyendo la literatura, la música y la investigación científica.
Entre los firmantes se encuentran figuras destacadas como Mark Ruffalo, Alfonso Cuarón y Taika Waititi, quienes afirman que las solicitudes de empresas como Google, valorada en 2 billones de dólares, y OpenAI, con una valoración de más de 157 mil millones, representan una amenaza para las industrias creativas. Según la carta, estas empresas buscan una exención gubernamental que les permita explotar libremente estas industrias, a pesar de sus considerables ingresos.
La carta concluye que el éxito cultural de EE. UU. no es fruto de la casualidad, sino del respeto fundamental por la propiedad intelectual y los derechos de autor. Esta normativa ha permitido durante más de 250 años el equilibrio entre los derechos de los creadores y las necesidades del público, generando una de las economías creativas más vibrantes del mundo. Los firmantes instan a que el Plan de Acción de IA de EE. UU. mantenga los marcos de derechos de autor existentes para preservar la fuerza de las industrias creativas y del conocimiento en el país.
La carta no solo se dirige a los responsables políticos, sino que también busca crear conciencia entre los ciudadanos sobre la importancia de proteger la propiedad intelectual en la era de la inteligencia artificial. A medida que la tecnología avanza, la tensión entre la innovación y la protección de los derechos de autor se vuelve cada vez más crítica, y la respuesta de la administración estadounidense podría tener repercusiones significativas para el futuro de la creatividad y la cultura en el país.