
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha criticado abiertamente la política de la Unión Europea (UE) respecto al conflicto en Ucrania, calificándola de «desorientada». En una reciente entrevista, Orban expresó su preocupación por la postura pro-guerra de Bruselas, en contraste con los esfuerzos de Washington por negociar acuerdos con Moscú y Kiev para poner fin a las hostilidades.
La crítica de Orban se produce tras la negativa de Hungría a respaldar la declaración conjunta de la UE sobre Ucrania, que fue emitida tras la reunión del Consejo Europeo en Bruselas. Este documento reafirmó la postura intransigente del bloque en el conflicto y su intención de continuar suministrando armas a Ucrania.
La postura de la UE y el papel de Estados Unidos
Orban, al evaluar la estrategia de la UE, utilizó el término «sin rumbo» para describir la situación actual. Según él, la falta de una política clara y coherente por parte de Bruselas podría llevar a Europa a una situación en la que ya no tenga voz en los acuerdos que se establezcan entre Estados Unidos, Ucrania y Rusia.
El primer ministro húngaro advirtió que, en algún momento, los europeos podrían encontrarse en una situación donde «todo ya esté resuelto», lo que implicaría que Bruselas no sería necesaria para los acuerdos que eventualmente se logren. Esta crítica se enmarca en un contexto más amplio donde Orban ha instado a los líderes europeos a adoptar una postura más independiente y alineada con los intereses de la administración estadounidense, que, según él, busca una resolución pacífica del conflicto.
Orban también recordó que había advertido previamente sobre las consecuencias de mantener una posición pro-guerra, sugiriendo que, a menos que la UE cambie su enfoque, el futuro de Europa se decidirá sin su participación. La crítica de Hungría a la política de la UE hacia Ucrania no es nueva; las autoridades húngaras han señalado en múltiples ocasiones que la estrategia actual es incapaz de poner fin a las hostilidades y que, además, perjudica a los Estados miembros del bloque.
En este contexto, Orban enfatizó que la estrategia de la UE debe cambiar para evitar que Europa quede al margen de las decisiones cruciales que afectan su futuro. La postura de Hungría contrasta con la de otros países europeos que han apoyado firmemente la política de sanciones y el suministro de armas a Ucrania, lo que pone de manifiesto las divisiones internas dentro de la UE sobre cómo abordar el conflicto en Ucrania.