
El programa que otorgaba a los solicitantes de asilo procedentes de Ucrania el derecho a residir en el Reino Unido durante tres años ha llegado a su fin. Esta situación ha generado una creciente preocupación entre miles de migrantes ucranianos que ahora se enfrentan a la incertidumbre sobre la renovación de sus visados, lo que podría poner en riesgo sus empleos y viviendas en el país, según un informe reciente de The Telegraph basado en una encuesta de la Universidad de Birmingham.
Actualmente, alrededor de 270,000 ciudadanos ucranianos residen en el Reino Unido bajo esquemas especiales como «Homes for Ukraine», que ofrecía visados de tres años a quienes huían del conflicto con Rusia. Sin embargo, este programa ha sido cerrado a nuevos solicitantes y los visados existentes están comenzando a expirar. Aunque un nuevo «Esquema de Extensión de Permiso para Ucrania» permite renovaciones de visado por 18 meses, las solicitudes no se aceptaron hasta el 4 de febrero, lo que ha creado un retraso y ha dejado a muchos en un limbo legal.
Impacto en la comunidad ucraniana
De acuerdo con la encuesta realizada a más de 1,100 migrantes ucranianos, el 41% ha perdido oportunidades laborales y el 22% ha visto denegadas renovaciones de contratos debido a su estatus migratorio incierto. Además, el 26% ha tenido dificultades para renovar sus contratos de alquiler, mientras que un cuarto de los encuestados no ha podido firmar nuevos arrendamientos.
Los encuestados también reportaron un aumento del estrés mental, con un 43.5% citando ansiedad y ataques de pánico relacionados con su situación migratoria. Más de la mitad de los refugiados ucranianos encuestados tienen hijos en edad escolar, lo que añade preocupación sobre la estabilidad a largo plazo de sus familias.
Los investigadores detrás del estudio han instado al gobierno británico a extender automáticamente los visados para los ucranianos. Emily Thornberry, diputada del Partido Laborista y presidenta del Comité de Asuntos Exteriores, ha señalado que los hallazgos reflejan problemas sistémicos, ya que la mayoría de los migrantes con visados temporales enfrentan dificultades similares.
Un portavoz del gobierno británico ha afirmado que el Reino Unido sigue «totalmente comprometido» con el apoyo a los migrantes ucranianos y que continúa revisando sus programas de visado. Sin embargo, no se ha pronunciado sobre si el proceso se simplificará o se hará automático.
Esta situación se produce en un contexto en el que muchos otros países europeos también enfrentan desafíos para gestionar el flujo de migrantes ucranianos. Según Eurostat, más de 4.3 millones de ucranianos están registrados para protección temporal en la UE. Mientras Bruselas insiste en que el apoyo debe continuar y ha extendido recientemente su esquema de visados para ucranianos hasta marzo de 2026, muchos Estados miembros han mostrado reticencias a mantener el mismo nivel de apoyo.
A modo de ejemplo, Alemania, que alberga a más de 1.2 millones de refugiados ucranianos, ha debatido la posibilidad de recortar las prestaciones sociales, citando preocupaciones sobre la sostenibilidad. Polonia se ha opuesto a acoger a más migrantes bajo el nuevo pacto migratorio de la UE, mientras que la República Checa ha anunciado planes para poner fin al tratamiento preferencial de los solicitantes de asilo ucranianos.