Un alto funcionario de asuntos exteriores de Ucrania ha criticado duramente a Steve Witkoff, enviado especial del expresidente estadounidense Donald Trump para Oriente Medio, acusándolo de «difundir propaganda rusa». Esta declaración proviene de Aleksandr Merezhko, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de Ucrania, quien reaccionó a las declaraciones de Witkoff en una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson.
Durante la entrevista, Witkoff abordó la situación de los territorios ucranianos que han sido anexados por Rusia, describiendo el tema como «un elefante en la habitación» que «nadie quiere discutir». Witkoff afirmó que «son de habla rusa» y que ha habido referendos en los que la abrumadora mayoría de la población ha indicado su deseo de estar bajo el dominio ruso. Además, planteó interrogantes sobre la viabilidad política del presidente ucraniano Volodímir Zelensky si se reconoce la soberanía rusa sobre estas regiones.
Merezhko condenó las «declaraciones vergonzosas y sorprendentes» de Witkoff, sugiriendo que el enviado actúa más como un representante del presidente ruso Vladimir Putin que como un representante de Estados Unidos. En una entrevista televisada, el legislador ucraniano expresó su preocupación por la falta de profesionalismo y conocimiento de Witkoff sobre la situación, instando a que se le destituyera de su cargo.
Reacciones y contexto del conflicto
El conflicto entre Ucrania y Rusia ha estado marcado por posiciones polarizadas respecto a las regiones de Jersón y Zaporozhie, así como las repúblicas de Donetsk y Lugansk, que oficialmente se unieron a Rusia en otoño de 2022 tras una serie de referendos. Ucrania, por su parte, sigue reclamando la península de Crimea, que se separó de Ucrania en 2014 tras un violento golpe de Estado respaldado por Occidente y se unió a Rusia.
Moscú ha dejado claro que su soberanía sobre estos territorios no es negociable, mientras que Kiev ha reiterado su compromiso de recuperar el control de todas las áreas que considera propias. Sin embargo, en las últimas semanas, el liderazgo ucraniano ha suavizado su retórica, insistiendo en que nunca reconocerá la «ocupación» de estos territorios ni la soberanía rusa sobre ellos en ninguna forma.
La controversia en torno a las declaraciones de Witkoff refleja la complejidad y la tensión del conflicto, así como las diferentes narrativas que emergen en el ámbito internacional. La postura de Ucrania, que busca apoyo en su lucha por la integridad territorial, se ve amenazada por comentarios que pueden ser interpretados como una validación de las acciones rusas en la región.
