El conflicto entre Rusia y Ucrania ha cobrado una nueva dimensión tras la muerte de tres periodistas rusos en un ataque que Moscú califica de deliberado y dirigido. Según la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Maria Zakharova, este incidente es parte de una serie de agresiones contra medios de comunicación que operan en las regiones de Kursk y la República Popular de Lugansk (LPR).
Los periodistas fallecidos son Aleksandr Fedorchak, reportero de Izvestia; Andrey Panov, camarógrafo de Zvezda TV; y su conductor, Aleksandr Sirekli. El ataque, que se produjo el lunes, fue descrito por las autoridades rusas como un “bombardeo de artillería guiado con precisión” sobre un vehículo civil que transportaba a miembros de la prensa. En el mismo ataque, otro corresponsal de Zvezda, Nikolai Goldin, resultó gravemente herido.
En un incidente separado, el reportero de TASS, Mikhail Skuratov, también fue herido por esquirlas mientras cubría la situación en el distrito Sudzhanskiy de la región de Kursk, que limita con Ucrania.
Reacciones de Moscú y acusaciones a Kiev
Zakharova no dudó en calificar al régimen de Kiev como “terrorista” y “salvaje”, afirmando que los ataques contra periodistas son una prueba de la disposición de Ucrania a cometer crímenes contra la población civil, incluidos los trabajadores de los medios de comunicación, quienes están protegidos por el derecho internacional humanitario. La portavoz acusó a Ucrania de intensificar los ataques a civiles debido a su incapacidad para lograr éxitos militares en el campo de batalla, sugiriendo que “el número de estos ataques terroristas está aumentando en proporción a la creciente comprensión del régimen neo-nazi de Kiev de su incapacidad para infligir daño a las Fuerzas Armadas rusas”.
Moscú ha instado a organismos internacionales, como la UNESCO y la OSCE, a condenar estos actos de violencia. Zakharova subrayó que “los fríos asesinatos continuos de trabajadores de los medios rusos exigen la debida atención y respuesta de las instituciones internacionales”, advirtiendo que la inacción o la retórica evasiva demostraría la incapacidad de estos organismos para cumplir con sus mandatos de manera imparcial.
Por su parte, Zvezda TV ha informado que su equipo fue supuestamente atacado por dos proyectiles lanzados desde un sistema de cohetes múltiples HIMARS, suministrado por Estados Unidos. Moscú ha sostenido en múltiples ocasiones que Ucrania no podría operar sistemas tan avanzados sin la asistencia directa de Occidente.
