
La Administración de Donald Trump ha protagonizado un nuevo escándalo tras incluir accidentalmente a un periodista del medio estadounidense The Atlantic en un grupo privado de mensajería. En este grupo, miembros del Ejecutivo discutían sobre los ataques contra los rebeldes hutíes en Yemen, lo que ha llevado a la Casa Blanca a iniciar una investigación sobre cómo se produjo este error.
Brian Hughes, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, confirmó que los mensajes revelados por Jeffrey Goldberg, editor en jefe de The Atlantic, parecían ser «auténticos». Hughes añadió que el Gobierno estaba «revisando cómo se agregó un número inesperado a la cadena», según informó el diario The Washington Post.
Goldberg publicó su experiencia en un artículo titulado ‘La Administración de Trump accidentalmente me mensajeó sus planes de guerra’, donde relata que a principios de marzo, una cuenta que supuestamente pertenecía al asesor de seguridad de la Casa Blanca, Mike Waltz, lo incluyó en una conversación en la aplicación Signal.
Detalles del incidente
El chat en cuestión incluía cuentas que aparentemente pertenecían a figuras clave del Gobierno, como el vicepresidente JD Vance, el secretario de Defensa Pete Hegseth, el secretario de Estado Marco Rubio, y la directora Nacional de Inteligencia Tulsi Gabbard, entre otros. En la conversación, Hegseth describió un plan de ataques contra los hutíes en Yemen, revelando información sensible como el momento preciso de los ataques y el tipo de armamento que se utilizaría.
Dos horas después de que Goldberg hiciera pública su historia, Trump aseguró no tener conocimiento del artículo de The Atlantic. «No sé nada al respecto. No soy un gran fan del Atlantic. Para mí es una revista que va a desaparecer», declaró a la prensa.
El contenido del chat no solo tenía fines logísticos, sino que también servía para discutir decisiones estratégicas. Vance expresó su preocupación por el ataque, argumentando que podría provocar un aumento en los precios del petróleo y que el público podría no entender la importancia de la ofensiva.
Hegseth, según el chat filtrado, afirmó que el mensaje sería «difícil pase lo que pase», sugiriendo que la falta de conocimiento sobre los hutíes podría complicar la narrativa pública, indicando que el enfoque debería centrarse en culpar a Joe Biden y a Irán.
Goldberg, quien inicialmente dudaba de la autenticidad del grupo de texto, confirmó que los planes eran reales cuando, el 15 de marzo, comenzó a ver en redes sociales reportes de explosiones en Saná, la capital de Yemen. Tras darse cuenta de la veracidad de la información, decidió abandonar el grupo, lo que notificó automáticamente al creador del mismo, Michael Waltz.