El sistema nacional de alerta sísmica de Israel, denominado «Truaa», comenzó a operar en 2022, situando al país en la vanguardia de las naciones que utilizan sistemas de advertencia temprana para terremotos. Sin embargo, uno de los principales desafíos que enfrentan estos sistemas es el delicado equilibrio entre la rapidez y la precisión: una advertencia rápida puede salvar vidas, pero si se basa en datos limitados, puede resultar errónea, generando falsas alarmas y lesiones innecesarias.
Un nuevo estudio realizado por la Dra. Yonat Zwebner, experta en comportamiento del consumidor de la Escuela de Negocios Arison en la Universidad Reichman, en colaboración con el Dr. Ran Nof y la Dra. Gony Biran del Servicio Geológico de Israel, ha examinado este dilema entre la urgencia y la precisión. El estudio analizó datos estadísticos, evaluó el potencial de lesiones en caso de una advertencia y llevó a cabo una encuesta a gran escala para medir las actitudes del público sobre el tema. Los hallazgos se publicaron en la revista Natural Hazards.
Urgencia frente a precisión en las alertas sísmicas
El estudio aborda un desafío crítico que enfrentan los sistemas de alerta sísmica: en los momentos iniciales tras un terremoto, existe una incertidumbre significativa respecto a su magnitud, la cual disminuye gradualmente con el tiempo. Por ello, alcanzar el equilibrio adecuado entre la urgencia de emitir una advertencia y garantizar su precisión es fundamental.
Los hallazgos principales indican que, al ponderar la urgencia frente a la necesidad, la urgencia es la prioridad preferida. Existe una clara ventaja en proporcionar advertencias lo más rápido posible, incluso si algunas pueden ser activadas por terremotos que, en última instancia, no causan daños significativos. Las lesiones resultantes de las respuestas a las advertencias tempranas se encontraron como insignificantes en comparación con los daños ocasionados por terremotos sin advertencia previa.
Además, la población israelí respalda la emisión de advertencias más rápidas. Una encuesta realizada tras los terremotos de 2023 en Turquía, que se sintieron en gran parte de Israel, reveló que el 63% de los encuestados preferiría recibir advertencias incluso en el caso de terremotos menores, simplemente para estar preparados ante la posibilidad de un evento sísmico mayor.
El estudio recomienda, por otra parte, considerar la reducción del umbral de magnitud para las advertencias sísmicas. Disminuir este umbral podría proporcionar más tiempo para la respuesta, asegurando alertas oportunas mientras se minimiza el riesgo de lesiones, sin aumentar significativamente la probabilidad de advertencias innecesarias.
La Dra. Zwebner señala: «El estudio presenta una recomendación política inmediata a considerar la disminución del umbral de magnitud para las alertas sísmicas, brindando al público más tiempo para responder. Además, enfatiza la importancia de invertir en formación pública y ejercicios de preparación para mejorar la efectividad de la respuesta y prevenir la ‘fatiga de alertas’, que podría llevar al público a desestimar el sistema de advertencia.»
Más información: Ran Novitsky Nof et al, The urgency-necessity earthquake alert trade-off: considering the public response factor, Natural Hazards (2025). DOI: 10.1007/s11069-025-07155-w
