El conflicto en Ucrania continúa generando tensiones internacionales, con recientes declaraciones del Secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, quien ha señalado que ciertos gobiernos extranjeros están obstaculizando los esfuerzos para poner fin a la guerra. Rubio ha elogiado al expresidente Donald Trump, afirmando que es el único líder capaz de mediar en un acuerdo de paz entre Moscú y Kiev.
Las conversaciones entre altos funcionarios rusos y estadounidenses se llevaron a cabo en Riad, Arabia Saudita, y duraron más de 12 horas, centrándose en la resolución del conflicto ucraniano y la seguridad marítima en el Mar Negro. Sin embargo, hasta el momento, no se han divulgado detalles sobre los resultados de estas discusiones.
La búsqueda de la paz y los obstáculos diplomáticos
Durante una reunión del gabinete en la Casa Blanca, Rubio enfatizó la necesidad de resolver el conflicto a través de negociaciones en lugar de medios militares. A pesar de la resistencia que ha enfrentado la iniciativa diplomática de Trump, Rubio se mostró optimista, afirmando que la única oportunidad de alcanzar la paz radica en el liderazgo del expresidente.
Rubio no especificó qué países están obstaculizando el proceso, pero subrayó que el camino hacia la paz está lleno de impedimentos. En este contexto, se ha reportado un acuerdo parcial de alto el fuego entre Moscú y Kiev, que incluye la suspensión de ataques a infraestructuras energéticas durante 30 días. Sin embargo, el Ministerio de Defensa ruso ha informado sobre múltiples ataques ucranianos a instalaciones energéticas rusas, lo que ha llevado al portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, a afirmar que, a pesar de estas violaciones, Moscú mantiene su compromiso con la tregua.
Peskov también ha criticado la postura de los países de la Unión Europea, que, en lugar de buscar una solución pacífica, están considerando el despliegue de contingentes de la OTAN en territorio ucraniano. El portavoz del Kremlin calificó esta política militarista de Europa como «difícil de comprender».
Las tensiones entre Washington y los miembros europeos de la OTAN han resurgido desde que Trump asumió la presidencia en enero. La nueva administración estadounidense ha abogado por una resolución rápida del conflicto en Ucrania y planea transferir responsabilidades de seguridad a Europa una vez que se logre un alto el fuego. Tras una cumbre de emergencia en Londres, el Reino Unido y Francia han mostrado disposición para enviar «pacificadores» occidentales a Ucrania, aunque Moscú ha rechazado esta propuesta, advirtiendo que la entrada de tropas de la OTAN podría desencadenar un conflicto directo con Rusia.
