
Un reciente estudio publicado en The Journal of Sex Research ha desafiado la creencia popular de que las relaciones monógamas son intrínsecamente superiores en términos de satisfacción emocional y sexual. Según este análisis exhaustivo, tanto individuos en relaciones monógamas como en relaciones no monógamas reportan niveles similares de satisfacción en sus vidas sentimentales y sexuales.
El trabajo, que revisó datos de 35 estudios que involucraron a 24,489 personas de países como Estados Unidos, Canadá, Australia, Portugal e Italia, revela que las diferencias en la satisfacción entre estos dos tipos de relaciones son insignificantes. La investigación, liderada por el profesor asociado Joel Anderson, del Centro de Investigación Australiana en Sexualidad, Salud y Sociedad de la Universidad de La Trobe, critica lo que se denomina el «mito de superioridad de la monogamia».
La monogamia ha dominado las narrativas de relación en gran parte de la historia occidental reciente, pero un número creciente de personas opta por estructuras alternativas. Estas incluyen relaciones abiertas, donde las parejas mantienen exclusividad romántica pero no sexual, y la poliamoría, que implica mantener múltiples relaciones románticas de forma simultánea y consensuada.
Desmitificando la Monogamia
Anderson señala que «las relaciones monógamas suelen ser consideradas como más satisfactorias, íntimas y comprometidas que las no monógamas; esta creencia se ve reforzada por estereotipos y narrativas mediáticas». A través de su investigación, el equipo de Anderson busca cuestionar estas suposiciones comunes y ofrecer evidencia de que las relaciones no monógamas pueden ser igual de satisfactorias.
Un aspecto destacado del estudio es el impacto de la infidelidad, un factor que a menudo causa la ruptura de relaciones monógamas. En contraste, las relaciones no monógamas suelen incluir acuerdos que previenen la infidelidad, lo que a su vez puede contribuir a una mayor satisfacción dentro de estas dinámicas.
Los análisis realizados en subgrupos indicaron que los niveles de satisfacción se mantuvieron consistentes a través de diversas demografías, incluyendo participantes LGBTQ+ y heterosexuales, así como entre diferentes tipos de arreglos no monógamos. Esto sugiere que la satisfacción en las relaciones no depende de la orientación, sino más bien de la naturaleza de los acuerdos establecidos entre las partes involucradas.
El estudio también subraya que, a pesar de los niveles comparables de satisfacción, las personas en relaciones no monógamas a menudo enfrentan estigmas sociales, discriminación y obstáculos para acceder a atención sanitaria adecuada y reconocimiento legal. Según Anderson, «los resultados de nuestro estudio resaltan la necesidad de adoptar perspectivas más inclusivas sobre las diferentes estructuras de relación».
Sin embargo, el estudio no está exento de limitaciones. La dependencia de muestreos en línea podría haber afectado la representatividad y la generalización de los resultados. Además, todos los estudios analizados se basaron en datos autoinformados, lo que puede introducir sesgos, especialmente en grupos que han experimentado estigmatización. Asimismo, la concentración en países occidentales limita la comprensión de las perspectivas culturales sobre la no monogamia.
Estos hallazgos invitan a una reflexión más amplia sobre la diversidad de relaciones en nuestra sociedad contemporánea, sugiriendo que tanto la monogamia como la no monogamia pueden ofrecer formas válidas y satisfactorias de amor y compromiso.