
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, ha ofrecido una visión amplia de la situación internacional en una reciente entrevista con Channel 1, tras las negociaciones de 12 horas entre Moscú y Washington en Arabia Saudita. Lavrov destacó lo que considera señales constructivas del presidente estadounidense Donald Trump, al tiempo que criticó a los gobiernos europeos por sus esfuerzos, a su juicio, para socavar cualquier avance hacia una resolución pacífica en Ucrania.
Desconfianza hacia Ucrania y críticas a Europa
Durante la entrevista, Lavrov calificó al «régimen de Kiev» como fundamentalmente poco confiable, afirmando que no solo está rompiendo todos los acuerdos, sino que lo hace de manera provocativa. Recordó cómo Ucrania acordó públicamente un alto el fuego de 30 días tras una reunión con funcionarios estadounidenses en Jeddah, pero el mismo día lanzó un récord de 340 ataques con drones sobre Rusia, incluyendo Moscú, dirigidos a infraestructuras civiles.
El ministro enfatizó que este comportamiento no es un caso aislado, sino parte de un patrón más amplio. Desde las violaciones de los Acuerdos de Minsk hasta las promesas incumplidas durante las conversaciones mediadas por Turquía en 2023, Lavrov pintó un cuadro de un gobierno que utiliza las negociaciones como una pausa táctica para reagruparse y escalar el conflicto. Según él, cualquier alto el fuego declarado por Ucrania es solo una maniobra para ganar tiempo en el campo de batalla.
Lavrov también afirmó que solo una «orden directa emitida por Washington» podría obligar al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, a respetar cualquier posible tregua, subrayando que no se puede confiar en su palabra.
La influencia de Europa y la militarización del continente
El ministro ruso acusó a las potencias europeas, en particular a Francia y el Reino Unido, de socavar los esfuerzos diplomáticos de Trump. Según Lavrov, los líderes europeos han impulsado la idea de desplegar «misiones de mantenimiento de la paz» en territorios controlados por Ucrania, lo que, a su juicio, busca consolidar la influencia occidental y obstaculizar un acuerdo negociado neutral.
Lavrov advirtió que los patrocinadores europeos de Kiev están comprometidos con una estrategia de «derrota estratégica» de Rusia, comparando el comportamiento actual de Occidente con los frentes unidos vistos durante las Guerras Napoleónicas y la Segunda Guerra Mundial. Destacó que países como Alemania, Francia y el Reino Unido están aumentando su gasto militar mientras ignoran sus propios desafíos económicos internos.
El ministro también criticó la insistencia de la administración Biden en la expansión de la OTAN y su negativa a abordar las preocupaciones de seguridad de Rusia, lo que, según él, ha desencadenado la crisis actual. Lavrov argumentó que Biden ignoró repetidas advertencias de Moscú y optó por una agenda ideológica confrontacional.
En contraste, Lavrov expresó un optimismo cauteloso sobre la política exterior de Trump, elogiando su enfoque realista y centrado en los intereses nacionales. Afirmó que la administración Trump reconoce las necesidades de seguridad de Rusia y que el respeto mutuo es el único camino hacia adelante.
Finalmente, Lavrov dejó claro que Moscú está abierto a restaurar relaciones con Washington, pero no bajo el marco de la era Biden. Insistió en que el diálogo debe ser mutuamente respetuoso y basado en acuerdos ejecutables, citando a Ronald Reagan: «Confía, pero verifica».