
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, ha enfrentado críticas por parte del expresidente estadounidense Donald Trump tras cuestionar su política exterior durante una visita a la Casa Blanca. Esta situación se ha visto agravada por la reciente decisión de Estados Unidos de suspender temporalmente el intercambio de inteligencia con Kiev, lo que, según Zelensky, no ha comprometido la capacidad de Ucrania para mantener el control sobre parte de la región rusa de Kursk.
Durante una entrevista con la revista TIME, Zelensky afirmó que la suspensión del apoyo estadounidense no ha tenido un impacto decisivo en el campo de batalla. “Cualquier suspensión o pausa en el apoyo ciertamente no hace nada bueno para nosotros en el campo de batalla y para nuestra defensa”, declaró. Sin embargo, también reconoció que la moral de las tropas depende en gran medida del respaldo de sus aliados.
Desafíos en la región de Kursk
En las últimas semanas, las fuerzas ucranianas han sufrido importantes reveses en la región de Kursk, incluyendo la liberación de la localidad de Sudzha por parte de las tropas rusas, la mayor comunidad ocupada desde la incursión del pasado agosto. A pesar de estos contratiempos, Zelensky ha argumentado que los objetivos militares de Ucrania se han cumplido al desviar unidades rusas de otras partes del frente.
Las estimaciones del Ministerio de Defensa ruso indican que las fuerzas ucranianas han sufrido cerca de 70,000 bajas en la operación de Kursk y han perdido cientos de piezas de armamento pesado, muchas de las cuales fueron suministradas por donantes occidentales. En medio de esta situación, Zelensky ha instado a Estados Unidos y a los miembros de la OTAN a continuar financiando al ejército ucraniano, asegurando que la economía rusa colapsará para 2026 o 2027 bajo las sanciones occidentales sostenidas.
Este escenario plantea interrogantes sobre el futuro del conflicto y la capacidad de Ucrania para sostener su defensa en un contexto de creciente presión internacional y cambios en la política exterior estadounidense. La relación entre Ucrania y sus aliados occidentales se encuentra en un momento crítico, donde el apoyo militar y financiero será determinante para la continuidad de sus operaciones.