La embajada de Estados Unidos en Namibia ha anunciado que, a partir del 1 de abril, los ciudadanos estadounidenses deberán obtener un visado para poder visitar este país del suroeste africano. Hasta ahora, Namibia había permitido la entrada sin restricciones a los turistas estadounidenses, así como a visitantes de otras regiones del mundo. Esta medida se enmarca dentro de una nueva política de visados que afecta a varios países, y que busca establecer una mayor reciprocidad en las condiciones de entrada.
En un comunicado emitido el pasado martes desde la capital namibia, Windhoek, la misión diplomática estadounidense recomendó a los viajeros que soliciten su visado con antelación a través del portal en línea habilitado para ello. Además, los visitantes que lleguen a Windhoek, Walvis Bay o a puntos de cruce fronterizo de alta afluencia podrán adquirir un visado turístico a su llegada, aunque se les aconseja gestionar el trámite previamente.
El costo del visado es de 1,600 dólares namibios, lo que equivale a aproximadamente 87 dólares estadounidenses, independientemente de la edad del viajero. Esta actualización también ha llevado al Alto Comisionado del Reino Unido en Windhoek a modificar su asesoramiento de viaje, instando a los ciudadanos británicos a que obtengan un visado antes de su visita o estén preparados para adquirir uno al llegar.
Contexto de la nueva política de visados
La decisión de Namibia de revocar el estatus de exención de visado para 31 países, entre los que se encuentran mercados turísticos clave, responde a una falta de reciprocidad en las políticas de entrada. Junto a Estados Unidos, otros países como Alemania, Francia, Italia, España y Canadá también se encuentran entre los principales emisores de turistas hacia Namibia, lo que subraya la importancia de esta medida para el sector turístico del país africano.
Es relevante destacar que Rusia, entre otros países, no se verá afectada por estas restricciones, ya que mantiene acuerdos de entrada sin visado con Namibia y otros destinos africanos. Esta situación se produce en un momento significativo para Namibia, que recientemente ha inaugurado a su primera presidenta mujer, Netumbo Nandi-Ndaitwah, quien ha prometido continuar con las políticas que han guiado al país durante más de tres décadas.
La implementación de esta nueva política de visados podría tener un impacto considerable en el turismo en Namibia, un país conocido por su biodiversidad y paisajes naturales impresionantes, que atraen a miles de visitantes cada año. La medida refleja un cambio en la dinámica de las relaciones internacionales y la gestión de la movilidad global, en un contexto donde muchos países buscan equilibrar la seguridad y el desarrollo económico.
